Las patronales se preguntan si va a continuar la campaña de extorsiones y chantajes de la bandaLa frustración de la vuelta a las armas en 1999 está todavía muy presente en toda la sociedad
bilbao. Los empresarios vascos quieren saber si el alto el fuego "permanente" anunciado ayer por ETA va a suponer el fin de las amenazas, chantajes, extorsiones y atentados que siguen sufriendo. Por eso, la clase empresarial vasca acogió con mucha cautela el mensaje de la banda terrorista según el cual a partir de mañana, día 24, habrá un alto el fuego. Según la nota distribuida ayer, ETA quiere "impulsar el proceso democrático" en Euskal Herria, para lo cual se debe abrir un proceso en el que los vascos tengan "la palabra y la decisión sobre el futuro". La banda terrorista pide a Francia y a España que reconozcan los resultados de dicho proceso (se entiende que un referéndum). El comunicado, bastante escueto, termina diciendo que la superación del conflicto es posible "aquí y ahora. Ese es el deseo y la voluntad de ETA".
Este es el tercer alto el fuego de ETA y en el País Vasco no se olvida que los dos anteriores procesos de paz fracasaron. Aunque han pasado ocho años desde la última tregua, la expectación levantada dio paso a una enorme frustración cuando ETA volvió a empuñar las armas. De hecho, desde el PSOE se teme que la banda emita un segundo comunicado poniendo excepciones al alto el fuego.
Sin embargo, los empresarios no ocultaron ayer su alivio por las posibilidades que se abren ahora en el País Vasco.
Arriesgar y equivocarse
La patronal vasca Confebask manifiesta su "satisfacción", aunque desde una postura prudente, con la confianza puesta en que el día de ayer suponga "un punto sin retorno, que implique el cese inmediato y definitivo de todas las formas de violencia, extorsión y amenaza". Las patronales provinciales Adegi (Guipúzcoa), Sea (Álava) y Cebek (Vizcaya), insisten en la necesidad de que el alto al fuego se extienda a todos los empresarios. La patronal guipuzcoana, Adegi, que sufrió el asesinato de su presidente José María Korta, en agosto del año 2000, aboga por que en este momento se aúnen esfuerzos para consolidar la normalidad. Por ello, pide a todos los agentes que actúen "con visión de futuro, compromiso, sabiduría y altura de miras, de manera que no se frustre nuestra esperanza en un horizonte de paz, porque la paz es la mejor inversión que puede hacer este país, y porque, como decía Korta, por la paz merece la pena arriesgarse e incluso equivocarse".
Consenso y responsabilidad
El Círculo de Empresarios Vascos se "congratula" por la tregua de ETA, pero advierte que si no se extiende a los empresarios "sería incompatible con cualquier nuevo escenario de paz y progreso". Por tanto, para avanzar en la paz es necesario "el abandono definitivo de cualquier signo de violencia por parte de esta organización terrorista". El Círculo apela ante el nuevo escenario al "mayor consenso y entendimiento" de los partidos políticos democráticos y agentes sociales que favorezca "el logro de un marco pacífico y democrático".
También las Cámaras de Comercio vascas se han querido unir al mensaje empresarial de esperanza y cautela. Recalcan que de lograrse la ansiada paz, sería "un hito histórico de la máxima importancia económica positiva", tanto para Euskadi como para España y para Europa. Por ello, solicitan "vivamente" a "todas las personas y organizaciones que actúen con la responsabilidad y prudencia que exige el momento".
Del lado sindical, la central nacionalista ELA-STV cree que la tregua es algo "positivo sin reservas" y reclama al Estado que se implique de forma activa en un proceso de paz y normalización política. Incluso el sindicato radical LAB se hizo eco ayer de la "gran. envergadura política" del anuncio.