Economía

El turismo prevé una caída del 10% en la ocupación de los grandes destinos

  • La industria aplaza la recuperación a 2011 y espera salvar la temporada con la demanda nacional

El turismo español no hará su agosto en 2009. A pesar del ligero movimiento al alza en las demandas procedentes de Reino Unido -el primer mercado emisor de turistas hacia nuestro país-, de la caída de los precios y del "empujón" de última hora en las contrataciones, las empresas y asociaciones representativas del sector prevén una caída, tanto en las llegadas de visitantes extranjeros como en la ocupación hotelera, que podría estar en torno al 10% en ambos casos.

Aunque con descensos ligeramente más moderados, éstas son también las cifras que maneja la administración turística española, que vienen a confirmar la alerta avanzada por el Banco de España, que en su informe económico correspondiente al mes de junio apuntaba "una significativa agudización del perfil de debilidad y observado en 2008" en el turismo.

Una afirmación que se apoya en los últimos datos oficiales del sector que muestran una caída del 11,8% en la entrada de turistas internacionales hasta mayo, acompañada de los descensos del 11,6% en los ingresos por turismo en el primer cuatrimestre y de nuevos retrocesos en del 8,9 y del 5,3% en las pernoctaciones y los precios hoteleros de mayo.

Salidas con menor gasto

Esta evolución negativa se prolongará hasta el final del ejercicio, como apuntan los resultados del índice de proyecciones UAB de Actividad Turística 2009, en el que se estima que este año se cerrará con unas llegadas de 53,5 millones de turistas extranjeros, lo que significaría un descenso del 6,7% respecto a 2008. Mientras, el número de pernoctaciones hoteleras bajaría un 7,4% y el gasto real total de los visitantes extranjeros en España podría descender el 6,5%.

En este contexto, agravado por el anuncio de una nueva caída del 7,4% en las reservas de viajes realizadas por los turistas alemanes con destino a España para este verano, el sector hotelero fía una "salida digna", que no buena, de la temporada al comportamiento del turismo nacional que, también afectado por los efectos de la crisis económica reducirá significativamente sus salidas al extranjero.

El secretario general de la Confederación Españolas de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), Román Estalella, aseguraba recientemente que este año "el número de turistas nacionales superará por primera vez a los extranjeros". Los españoles "no se quedarán sin viajar, pero sí gastarán menos" puntualizaba, al tiempo que insistía en que los descuentos de entre el 8 y el 15% permitirán cubrir un nivel de ocupación razonable en el verano.

Precios a la baja

Una rebaja de los precios que sigue acentuándose según en tramos en la temporada alta. Los datos del último índice de precios Hoteleros que elabora Trivago mensualmente muestran como las tarifas de los hoteles en el mes de julio han vuelto a caer un 10% en toda Europa. En el caso de España, salvo Pamplona y la costa cantábrica, ninguna ciudad se salva de la bajada de precios, aunque la media se mantiene en 88 euros.

Barcelona y Madrid son las capitales que registran unos descensos más notables. En la Ciudad Condal los precios han bajado nueve euros con respecto a junio, hasta los 110 por noche, mientras que en Madrid el descenso es de 16 euros, con lo que dormir una noche en la capital de España cuesta ahora 27 euros.

Una política, la del descenso de precios que, a pesar de su generalización, no gusta en la Administración Turística y tampoco convence a los expertos, que coinciden en que la solución está en mejorar la calidad del servicio, el producto y la promoción.

Previsiones

Así las cosas, los empresarios turísticos españoles empiezan a pensar en una crisis más prolongada de lo inicialmente previsto y se desmarcan de los mensajes oficiales que apuntan a que el turismo será el primer sector en superar las actuales dificultades económicas.

Los datos del sondeo realizado durante el último Foro Hosteltur entre los ejecutivos de turoperadores, agencias de viajes, cadenas hoteleras, empresas de tecnología y aerolíneas apuntaban ya que la crisis económica probablemente se prolongará hasta mediados de 2010, aunque sus efectos sobre el turismo se notarán hasta 2011. Matizaban, además, que el sector turístico español no saldrá en bloque de ella, sino de manera desperdigada.

"Probablemente el turismo será el último sector que salga de la crisis, pues aunque la gente siga viajando, será a costa de mucho sacrificio en los gastos, lo que perjudicará la rentabilidad de las empresas", afirmaba el vicepresidente ejecutivo de Exceltur, José Luis Zoreda, quien se mostraba convencido de que "el cambio de tercio es tremendo", vamos hacia una época de "mayor austeridad y la demanda no volverá a crecer a las tasas de años anteriores", por lo que los destinos españoles deben abandonar su posicionamiento como "marca blanca de playa o en manos de mayoristas para transformarse en clubes de producto".

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky