Con la crisis ha sido muchos los negocios perjudicados. Pero hay algunos que se han resentido doblemente, porque la gente piensa que son gastos secundarios. Es el caso de los talleres o las reparaciones del hogar.
El 80% de los españoles reconoce que se han convertido en albañiles, fontaneros o mecánicos a raíz de la crisis. Las tiendas de bricolaje tienen ahora en los particulares su principal clientela.
También los centros de belleza se han visto afectados. Hay que apretarse el cinturón y los cuidados corporales ya no entran en el presupuesto.