Economía

Economía china continúa imparable con un crecimiento del 10,7% en 2006

Paula Rosas

Pekín, 25 ene (EFECOM).- La economía china creció el 10,7 por ciento en 2006, la cifra más alta en los últimos once años, arrastrada por la inversión y las exportaciones y a pesar de las medidas impulsadas por Pekín para frenar el efervescente desarrollo.

Según anunció hoy el Buró Nacional de Estadística, el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de China, que el año pasado se convirtió en la cuarta economía del mundo, fue tres décimas superior al de 2005, y sobrepasó las estimaciones anunciadas recientemente por Pekín, que lo situaban en el 10,5 por ciento.

Este es el cuarto año consecutivo que la economía china experimenta un crecimiento de dos dígitos, y la cifra anunciada hoy supone un máximo desde que en 1995 el PIB creciera a un desorbitado ritmo del 10,9 por ciento.

La batería de medidas adoptadas por el gobierno central para desacelerar el crecimiento y evitar el recalentamiento de ciertos sectores económicos como el de la construcción, no ha conseguido evitar que China comenzara 2007 con un PIB de 20,94 billones de yuanes (2,69 billones de dólares, o 2,07 billones de euros).

Pekín ha recibido, sin embargo, un pequeño respiro de las cifras del cuarto trimestre, ya que con un crecimiento del 10,4 por ciento suponen una ligera ralentización con respecto a los meses anteriores, síntoma de que, aunque poco a poco, las medidas van haciendo efecto.

El Buró Nacional de Estadística ha revisado al alza, además, las cifras de crecimiento de todos los trimestres, que fue del 10,4 por ciento en el primero (comparado con el 10,3 por ciento anunciado anteriormente), 11,5 por ciento en el segundo (11,3) y 10,6 por ciento en el tercero (10,4).

China elevó dos veces los tipos de interés desde abril de 2006 y aumentó en cuatro ocasiones el coeficiente de caja de los bancos, en un intento de recortar la liquidez y frenar la inversión en activos fijos, cuyo crecimiento se ha situado finalmente en el 24 por ciento, dos puntos por debajo de las cifras de 2005.

En total, se invirtieron 10,987 billones de yuanes (1,41 billones de dólares, 1,087 billones de euros) en activos fijos, que incluyen el gasto en construcción inmobiliaria y maquinaria industrial, entre otros.

Este modelo de desarrollo, apoyado principalmente en la inversión y las exportaciones -que han inflado el superávit comercial chino hasta los 177.500 millones de dólares en 2006-, ha supuesto un auténtico quebradero de cabeza para Pekín, a la que cada vez resulta más complicado controlar su divisa, el yuan.

Sin embargo, el cambio a un modelo en el que el consumo doméstico tenga un mayor papel no está resultando fácil, especialmente en un país donde sus habitantes ahorran el 45 por ciento de su renta, que dedican a suplir las carencias del raquítico sistema de seguridad social chino.

"Estamos encontrando dificultades en alcanzar el objetivo de cambiar nuestra estructura económica", reconoció hoy Xie Fuzhan, jefe del Buró Nacional de Estadísticas, durante la presentación de los datos.

Las ventas al por menor crecieron, no obstante, el 13,7 por ciento hasta los 979.620 millones de dólares en 2006, un 0,8 por ciento más que en 2005.

El rápido crecimiento no ha desatado sin embargo la inflación, ya que el Índice de Precios al Consumo (IPC) ascendió un 1,5 por ciento en 2006, tres décimas menos que en el año anterior, a pesar de los altos precios del cereal, que crecieron un 2,7 por ciento.

El valor de los alimentos se incrementó en un 2,3 por ciento, mientras que el de los bienes de consumo lo hizo en un 1,4 por ciento.

La vivienda, cuyos precios en China se han disparado hasta convertirla en un bien inalcanzable para muchos, crecieron un 5,5 por ciento, 2,1 puntos porcentuales por debajo de la tasa de 2005, un buen presagio para las medidas adoptadas durante el año pasado para frenar la especulación.

A pesar de que las desigualdades sociales siguen en aumento, los chinos fueron un poco más ricos en 2006, y su renta per cápita disponible creció en las ciudades un 12,1 por ciento (1.500 dólares, 1.157 euros al año), mientras que la de los habitantes rurales aumentó en un 10,2 por ciento hasta los 460 dólares (355 euros).

La tasa de paro urbano se mantuvo prácticamente estable en el 4,1 por ciento, una décima por debajo de la cifra de 2005.

Por sectores, el secundario -que agrupa a la industria, manufactura y minería- es el que experimentó un mayor crecimiento en 2006, cuya producción registró un alza del 12,5 por ciento, especialmente en la industria pesada, que se elevó un 17,9 por ciento, señaló Xie.

Las mastodónticas empresas estatales acumularon unos beneficios durante 2006 de 124.000 millones de dólares (unos 95.000 millones de euros). EFECOM

prs/abc

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