
La tregua arancelaria pactada entre EEUU y la UE, que finalizaba este miércoles, 9 de julio, se ha visto prorrogada hasta el 1 de agosto a instancias de la administración Trump. El líder estadounidense avisaba: no habrá más prórrogas y advertía a sus socios comerciales que recibirán una carta con aranceles "en cuestión de días". Bruselas en todo caso tiene claro que se ha logrado evitar una escalada arancelaria. Da por sentado que se librará de recibir una de las misivas de la Casa Blanca y espera que se cierre un acuerdo con Washington "pronto".
"Hemos logrado avances en el texto de la declaración conjunta o acuerdo de principios y espero que pronto podamos finalizar el trabajo", ha indicado el comisario de Comercio, Maros Sefcovic, en una comparecencia ante el pleno del Parlamento Europeo. El eslovaco allana el camino para una relación con Estados Unidos en la que se evite la escalada arancelaria ,en un escenario en el que las negociaciones "han impedido" la imposición de gravámenes.
El acuerdo que se selle, y que se prevé que inicialmente sea de mínimos dadas las alejadas posturas entre los dos Ejecutivos sobre los desequilibrios de la balanza comercial, "es el inicio de un nuevo principio", decía el comisario de Comercio, un marco "fundacional para abrir el camino a un acuerdo comercial completo con Estados Unidos".
"Permítanme ser claro: aunque seguimos comprometidos con la consecución de un acuerdo satisfactorio, debemos reconocer que seguirá existiendo cierto grado de reequilibrio", concedía el responsable comunitario de las negociaciones, ante lo que considera puede ser un acuerdo que no satisfaga del todo las expectativas comunitarias.
La negociación con Estados Unidos entraña una complejidad específica y única. Es lo que supone formar parte del mayor bloque comercial del mundo. Estas conversaciones son "únicas", "no hay ninguna que se le parezca", sostenía el eslovaco. Y ha afirmado que "en esta situación de negociación tan delicada, prefiero un resultado bueno que un titular duro o una declaración dura", ha subrayado, porque "tendrá efectos sobre los puestos de trabajo".
El eslovaco ha explicado que Bruselas "ha mantenido sus líneas rojas" y que la "Comisión va a seguir protegiendo la autonomía regulatoria que tiene". Es más, "no hay nada en la declaración conjunta que pueda afectar a esa autonomía regulatoria", ha incidido Sefcovic en relación a las filtraciones que apuntaban que lo que requería la Casa Blanca es rebajar los estándares regulatorios que la UE aplica a las empresas tecnológicas estadounidenses en suelo comunitario, bajo la denominada ley de Servicios Digitales y ley de Mercados Digitales (DSA y DMA, respectivamente por sus silgas en inglés).
"Paso mucho tiempo hablando con presidentes de industrias que reciben un mayor impacto por las relaciones trasatlánticas. El 99% pide una solución negociada. Llevan décadas como eslabones de la cadena trasatlántica y no quieren morir en fuego cruzado", ha afirmado el comisario de Comercio. Por eso su intención es invertir al máximo en las negociaciones, "voy a llegar hasta el final", ha afirmado.
La tregua arancelaria entre EEUU y la UE vencía este miércoles, sin embargo, Trump anunciaba a principios de semana que alargaría el plazo para aplicar aranceles al 1 de agosto. Bruselas, no obstante, pretende que no sea necesario llegar hasta final de ese plazo. Sobre la mesa hay también la amenaza del republicano de una carta con aranceles "en un par de días". Misivas que está remitiendo a varios países del mundo pero de las que, en principio, parece que la UE se podría librar.
"Lo más importante es que, mientras otros países se enfrentan a aumentos arancelarios por parte de EEUU como resultado de las cartas enviadas por el presidente Trump el lunes, nuestras negociaciones han evitado que la UE se viera afectada por aranceles más altos", ha afirmado Sefcovic.