
La riqueza financiera neta de las familias españolas vuelve a marcar récord en el primer trimestre tras cerrar el año 2024 en máximos -cuando rozó los 2,4 billones de euros-. En los tres primeros meses del año, la riqueza de los hogares se situó en 2,4 billones de euros, lo que supone un aumento del 8,1% en tasa interanual, según las cuentas financieras que publicó ayer el Banco de España.
De la misma manera, los nuevos datos que corresponden a los meses de enero, febrero y marzo reflejan una moderación de la deuda de las familias hasta el 43,5% del PIB, valor mínimo desde el primer trimestre del año 2000.
En porcentaje del PIB, los activos financieros netos de los hogares representaron un 149,4%, 2,8 puntos porcentuales más que en el primer trimestre de 2024. El saldo total de los activos financieros de los hogares alcanzó un importe total de 3,171 billones, un 6,6% superior al registrado un año antes.
Este aumento reflejó una revalorización de 109.400 millones y una adquisición neta de activos financieros de 87.200 millones acumuladas desde finales del primer trimestre de 2024.
Por instrumentos financieros, la revalorización de activos se concentró en gran medida en las participaciones en el capital, mientras que en la adquisición neta de activos destacaron las participaciones en fondos de inversión y los depósitos.
Se reduce el peso del efectivo
En cuanto a la distribución por componentes al final del período, el grueso de los activos financieros de los hogares se mantuvo en efectivo y depósitos (34,9% del total), seguido de participaciones en el capital (31,4%), participaciones en fondos de inversión (16,6%) y seguros y fondos de pensiones (12%).
Las participaciones en fondos de inversión fue el instrumento que más incrementó su peso en los activos financieros de los hogares (un punto porcentual más con respecto al mismo periodo del año anterior), debido principalmente a las inversiones netas y en menor medida a su revalorización.
En sentido contrario, el peso del efectivo y los depósitos se redujo casi un punto, a pesar de las operaciones netas positivas en depósitos a plazo y transferibles.
Las cuentas financieras de la economía española, y que publicó ayer el Banco de España, muestran que la deuda consolidada de las empresas y los hogares ascendió a 1,710 billones de euros en el primer trimestre del ejercicio correspondiente al año 2025, lo que supone un incremento del 1,3% con respecto al mismo trimestre de 2024.
No obstante, en términos del PIB, la ratio continuó la trayectoria de moderación, al situarse en un 106,1%, frente al 111,1% en el que se encontraba hace un año.
En concreto, la deuda consolidada de las sociedades no financieras, es decir, las empresas, aumentó desde el billón del primer trimestre de 2024 a los 1,009 billones en marzo de 2025. En términos del PIB, la ratio pasó del 65,8% al 62,6%, alcanzando un mínimo no que no se venía observando desde el tercer trimestre de 2001.
Por su parte, la deuda de los hogares aumentó, pasando de 688.000 millones en marzo de 2024 a 701.000 millones en el primer trimestre de 2025, aunque, en términos relativos al PIB se redujo, al situarse en el 43,5% (valor mínimo desde el primer trimestre del 2000) frente al 45,3% de marzo de 2024.