
Cataluña no está a salvo de los nubarrones que ciernen la economía mundial. A pesar de ello, la Generalitat mantiene sus previsiones de crecimiento para los próximos años y las sitúa por encima de las economías del entorno. En el Informe anual de la economía catalana 2024, elaborado por el Departamento de Economía y Finanzas, las autoridades autonómicas sostienen que la comunidad crecerá al 2,6% en 2025 y al 2% en 2026. Estos porcentajes pertenecen al último escenario macroeconómico publicado en mayo por la consejería que dirige Alícia Romero. La economía catalana ya cerró 2024 con un avance del Producto Interior Bruto (PIB) del 3,6%, cuatro décimas por encima de España y cuadruplicando la media de la zona euro.
"El comercio mundial ha recuperado dinamismo en 2024 gracias a la relajación de las condiciones financieras y la moderación de la inflación. Para 2025 y 2026 se prevé una desaceleración del comercio mundial, lastrado por el aumento del proteccionismo y de la incertidumbre geopolítica", señala la monografía. "Para 2026 se prevé un crecimiento anual del 2%, por encima del entorno pero con riesgos a la baja por la escalada en la incertidumbre global a partir de las tensiones arancelarias. Los datos e indicadores económicos disponibles para 2025 continúan con señales positivas, pero con un tono más moderado", se apunta también en el informe.
En la presentación pública del informe, el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha sacado pecho de los fundamentales de la economía catalana para afrontar esta nueva coyuntura. "La economía está yendo bien y se genera más prosperidad que en los países de nuestro entorno. No es mérito de Govern. Nuestro mérito es no haberlo estropeado", ha declarado. "No parece que haya desequilibrios internos de esta composición que dé idea de que esto sea flor de un día", ha añadido.
En este sentido, el estudio subraya el patrón de crecimiento uniforme de los diferentes sectores económicos en 2024: la industria avanzó al 3,9%; los servicios, al 4,1%, y la agricultura, al 4,2%. La construcción estuvo más rezagada, con una evolución del 1,7%. Si bien Illa ha reconocido que la vivienda es un "cuello de botella que puede ser un lastre si no lo abordamos adecuadamente".
Impacto de los aranceles
Por otro lado, las exportaciones catalanas de bienes sobrepasaron por segunda vez consecutiva los 100.000 millones de euros, con un valor ligeramente inferior al de 2023 (-0,5%) pese a la atonía de la demanda europea. Sobre la amenaza latente de los aranceles de EEUU, la exposición de las empresas catalanas al gigante atlántico "serían limitadas", según el análisis de Economía. Esto se debe a que EEUU solo representa un 4,4% del peso total exportador. Las máquinas y aparatos mecánicos, los aceites, la perfumería y los productos farmacéuticos serían las categorías más dependientes de las transacciones con el mercado estadounidense.
Por otro lado, Illa ha ensalzado los buenos datos de ocupación. El año pasado, se registró un crecimiento del 2,4% en las afiliaciones que permitió alcanzar un máximo histórico de 3,8 millones de afiliados. La tasa de ocupación (entre 15 y 64 años) se elevó hasta el 70,3% y prácticamente convergió con la zona euro (70,5%), mientras que la tasa de paro llegó al 8,9%, el dato anual más bajo desde 2007. No obstante, el paro se mantuvo elevado entre dos colectivos: los jóvenes (15,5%) y los extranjeros no comunitarios (13,9%).
Pese a los buenos datos del mercado laboral, hay una realidad incontestable: los salarios a lo largo de 2024 crecieron por encima de la inflación pero sin llegar a recuperar el poder adquisitivo perdido en 2022. Otros estudios recientes señalan que, en base a criterios ajustados, las remuneraciones no han experimentado una mejora en los últimos veinte años. "No somos autocomplacientes", ha aseverado Romero, que también ha participado en el acto y ha recordado que un 34% de los menores de 18 años vive en riesgo de pobreza o exclusión en Cataluña.
Sin alivio fiscal
El president ha explicado que todos los días le piden "cuatro o cinco veces" que rebaje los impuestos, pero se ha escudado en que es necesario "devolver las deudas de hace cinco años para salvar al tejido productivo", en referencia a las ayudas a las empresas adoptadas durante la pandemia. El dirigente ha afirmado que fueron medidas "acertadas" a nivel europeo con el objetivo de salvar al tejido productivo sin tener "miedo" del endeudamiento público.
"Es verdad que debemos encontrar el equilibrio: ni un planteamiento estrictamente igualitario ni uno que favorezca desigualdades. Pero no nos ha ido mal subir el salario mínimo. No nos ha ido mal revalorizar las pensiones. Las cuentas de resultados de las empresas son buenas", ha dicho en una defensa de las políticas emprendidas por el gobierno de coalición entre PSOE y Sumar. "Compartir la prosperidad es bueno", ha concluido.