Economía

Moncloa aún incumple el 70% de las exigencias para acceder a los 'NextGen'

  • Tiene poco más de un año para pedir los 90.000 millones restantes del plan de Recuperación
  • Reformas de tanto calado como la que afecta a las políticas de empleo están todavía en el aire
  • Debe acelerar los trámites para completar los compromisos antes de agosto de 2026
El comisario de Economía, Valdis Dombrovskis y el ministro de Economía, Carlos Cuerpo
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El plan de Recuperación se orquestaba como una forma de dar un revulsivo a la economía comunitaria tras el parón de la pandemia. La idea era ayudar a los Estados miembro a recuperar el pulso, a seguir adelante. Pero su horizonte final se acerca. La Comisión Europea recordaba la pasada semana que a finales de agosto de 2026 termina el plazo para que los países cumplan con lo pactado con Bruselas y accedan a la financiación disponible. Y a España aún le quedan el 70% de los hitos y objetivos del plan de Recuperación por cumplir a poco más de un año de que expire su vigencia.

"La aplicación del Plan de Recuperación español se enfrenta a retos considerables. En la actualidad, España ha cumplido el 30% de los hitos y objetivos", recordaba el Ejecutivo comunitario en sus recomendaciones por país del paquete económico de Primavera. En términos de financiación el Gobierno cuenta con unos 14 meses para acceder a los cerca de 90.000 millones de euros restantes del plan de salida de la pandemia, entre fondos y préstamos.

Entre los compromisos que a España le queda por cumplir en el marco de los próximos pagos figura uno que afecta a las políticas de empleo: las ayuda a la búsqueda de trabajo y a la recualificación profesional de los desempleados. Se incluye también ayudas para viviendas nuevas construidas para alquiler social que cumplan criterios de eficiencia energética o ayudas para apoyar la economía circular. Así como el impuesto, este sí, en el marco del quinto pago ya solicitado a Bruselas.

Concretamente, España ha recibido cuatro desembolsos de fondos Next Generation, que suman un total de algo más de 48.000 millones de euros. Ha solicitado también el quinto desembolso, pero ha incluido en este tramo hitos y objetivos del sexto, séptimo y octavo pago como una fórmula para acelerar el despliegue del Plan de Recuperación. La entrega de este pago de 25.000 millones de euros, entre fondos y préstamos, debería ejecutarse en un plazo corto de tiempo. Por lo que España habría recibido unos 73.000 millones de euros del monto de 163.000 millones disponibles en el Plan de Recuperación español.

El quinto pago se solicitó a finales del pasado ejercicio y aglutina un retraso de un año, ya que debía entregarse en el primer semestre de 2024. Las sucesivas modificaciones del plan que Moncloa ha presentado ante Bruselas han ido retrasando la evaluación de la Comisión Europea. De hecho, la última se entregó el pasado mayo. Se ha dilatado hasta medio año la evaluación de la Comisión Europea.

El 19 de mayo de 2025, España presentó a la Comisión una solicitud de revisión específica de su plan de Recuperación, que se refiere a la actual solicitud de segundo pago vinculada a los préstamos. La Comisión aprobó la revisión del plan el 26 de mayo de 2025. Concretamente, esta adenda soluciona problemas técnicos relacionados con el fondo Next Tech. Se trata de una medida que incorpora un programa de inversión pública a través del ICO para incentivar la inversión privada. La última modificación de Moncloa reduce la carga administrativa relacionada con la aplicación de esta medida.

El quinto pago es el mayor desembolso hasta la fecha, con 84 hitos y un total de 23.900 millones entre subvenciones y préstamos. Se incluye en este tramo la reforma fiscal y también el impuesto al diésel cuya tramitación se ha topado con falta de apoyos en Congreso que han impedido su aprobación. La falta de cumplimiento de este hito aboca al Gobierno a un pago parcial, es decir, la Comisión Europea podría restar la parte proporcional del desembolso al no dar por satisfechos todos los compromisos de este tramo.

Es importante recordar que la Comisión Europea ha apremiado a los países a completar el plan de Recuperación. Su recomendación, también dirigida a España, es que los Gobiernos reformulen sus planes, que eliminen aquellas reformas e inversiones que no ven posibles alcanzar. Que no dilaten los plazos en un intento por cumplir objetivos que no salen adelante, como en el caso del impuesto al diésel.

Porque el tiempo es el que es. Finales de agosto de 2026 marca el punto y final para el cumplimiento de los compromisos del Plan. Cierre de septiembre es el último plazo para que los Gobiernos pidan su último pago y cierre de diciembre de 2026 el tope para que Bruselas realice la última entrega de fondos Next Gen. En ese lapso de tiempo, de poco más de un año, la Comisión Europea estima que los países podrán recibir como máximo tres pagos más. Por eso es tan importante revisar los planes, eliminar los compromisos inalcanzables, adelantar los que ya se han cumplido y agilizar las entregas de fondos.

En su análisis sobre el plan español, la Comisión Europea señala los cuellos de botella relacionados con la absorción de fondos, "especialmente dada la concentración de inversiones hacia el final del periodo de implementación", apunta el documento. "Estos retos se ven agravados por el gran volumen de fondos canalizados a través de instrumentos financieros", agrega el Ejecutivo comunitario

Además, al reforzar la coordinación entre los distintos niveles de la administración, y la racionalización de los procedimientos, se podría "acelerar la absorción de los fondos y a garantizar que la ayuda llegue a tiempo a los beneficiarios finales", sugiere el Ejecutivo comunitario.

Bruselas también desvelaba un desfase, a priori previsto, del 20% entre la cuantía de fondos desembolsados y los que han llegado a la economía real. Una coyuntura aplicable a todos los Estados miembro.

Soluciones para agilizar la ejecución

Bruselas propone una serie de flexibilidades para que los Gobiernos agilicen el despliegue del plan de Recuperación. Los Estados miembro pueden dividir los proyectos para que continúen con financiación nacional en los casos en los que no se puedan completar a tiempo. Es posible también transferir el apoyo de otros fondos europeos más allá del horizonte de 2026. Bruselas plantea también la posibilidad de transferir fondos al programa Invest EU de cada Estado miembro o apoyarse en inyecciones de capital a bancos nacionales intermediarios del Banco Europeo de Inversiones (BEI), como ya ha hecho Portugal. Los países también pueden ajustar la cantidad de préstamos que finalmente desean pedir o utilizar programas como el de Defensa.

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