El Estatuto de los Trabajadores recoge todo tipo de derechos que benefician a los ciudadanos asalariados, derechos que a veces ni los mismos trabajadores conocen al 100% y que hacen referencia a todo tipo de asuntos, incluido el cobro del salario...que puede llegar a percibirse por anticipado.
Suena extraño, pero está recogido por la ley y queda meridianamente claro en el Estatuto de los Trabajadores, en concreto, en su artículo 29, el que se refiere a la liquidación y el pago del salario de los trabajadores: efectivamente, los empleados tienen derecho a recibir un adelanto de su sueldo antes de la fecha de cobro.
Este artículo 29.1 (puede consultarlo en este enlace) especifica que "el trabajador y, con su autorización, sus representantes legales, tendrán derecho a percibir, sin que llegue el día señalado para el pago, anticipos a cuenta del trabajo ya realizado".
Así, si el trabajador precisa de parte del salario, podrá cobrarlo antes de que llegue el periodo habitual de cobro, aunque no podrá cobrar todo el salario completo. Solo podrá, como explica el Estatuto, por periodos de tiempo que ya se han trabajado.
Esto, en la práctica, supone que el trabajador solo tiene derecho a cobrar el salario que haya generado. O lo que es lo mismo: si pide el salario el día 10 del mes, solo podrá percibir un tercio del sueldo mensual. Y, si por el contrario lo hace el día 15, solo podrá pedir la mitad del salario mensual.
Esta petición se podrá realizar en el departamento de recursos humanos de la empresa. El encargado o encargada del área ha de tramitar con rapidez esa solicitud del trabajador, dado que, de lo contrario, queda desvirtuado el derecho del empleado a tener ese dinero que, se supone, se ha pedido para una urgencia.
La empresa debe facilitar el pago de estos adelantos e, importante, no puede cobrar intereses por esas cantidades adelantadas, ya que no se trata de un préstamo, sino de un derecho del trabajador que debe ser respetado y reconocido por la empresa.
