
La calma empresarial impera en Cataluña tras la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat, con la que se proclamó en agosto de 2024 el primer Govern no independentista en 14 años. El propio Illa está haciendo bandera de acabar con la inseguridad jurídica para las corporaciones en la región. Durante el balance de sus seis meses al frente de la Generalitat, manifestó que el retorno de empresas a la comunidad tras el procés es, "al menos en alguna medida", producto del trabajo realizado o la expectativa generada por su Govern.
"Ahora lo que toca es ejecutar", afirmó después. Y en esas están, en que vuelvan las sedes sociales tras la fuga masiva en 2017 como respuesta al independentismo. Tras el referéndum del 1-O, miles de firmas decidieron trasladar su sede social fuera de Cataluña a raíz de la crisis política e institucional que se desencadenó. Datos del Colegio de Registradores de Madrid facilitados a elEconomista.es reflejan que 10.223 empresas han trasladado su sede social fuera de Cataluña desde 2017 hasta el primer trimestre de este año, mientras que, por el contrario, han llegado 4.812 (ver gráficos).
Hay algunas voces que prefieren no hacer una gran fiesta pública tras la vuelta de grandes corporaciones. Es el caso del presidente del Cercle d'Economia, Jaume Guardiola, quien en una entrevista con este diario instó a dejar el agua correr y que sean las propias empresas las que encuentren el momento idóneo para hacerlo. La opinión de Guardiola, que justo este año acaba mandato, no es ni mucho menos baladí como líder del mayor lobby empresarial de Cataluña. La mayoría de las sociedades que partieron hacia otras comunidades del país guardan silencio para no tomar partido en el debate político y porque no tienen todavía ningún plan de retorno en el corto plazo.
El primer paso se dio con el pacto entre PSOE y Junts para investir a Pedro Sánchez presidente del Gobierno. "Plan para facilitar y promover el regreso a Cataluña de la sede social de empresas que cambiaron su ubicación a otras comunidades en los últimos años", recogía uno de los puntos del acuerdo que alcanzaron a principio de noviembre de 2023.
Agbar, la primera en dar el paso
Agbar fue el primer gigante catalán que devolvió la sede social. Presidida por entonces por Ángel Simón, recientemente cesado como consejero delegado de CriteriaCaixa, decidió retornar 11 meses después de instaurarse en Madrid. Desde la Generalitat pensaron que ejercería efecto tractor, pero nada más lejos de la realidad. Es una gran corporación, pero no cotiza y tampoco tiene una fuerte dependencia de los mercados internacionales.
De hecho, no es hasta diciembre del año pasado cuando Cementos Molins -hoy rebautizada solo como Molins- se convirtió en la primera gran cotizada catalana en devolver la sede social. El movimiento original provocó incluso un enfrentamiento judicial entre las ramas de la familia partidarias y las detractoras. La compañía decidió emprender el camino de vuelta tras siete años en Madrid. El traslado no implicó movimiento de la actividad productiva. Según dijo la compañía en 2017, la decisión se tomó por la "situación política y social" que se vivía en Cataluña y a la "inseguridad jurídica" que, en su opinión, reinaba en la región.
Sabadell vuelve en plena opa
Desde Foment del Treball han defendido por activa y por pasiva que la condición necesaria para el retorno de las empresas a Cataluña es la suma de la estabilidad y la seguridad jurídica para favorecer un clima social y económico que promueva la confianza necesaria para la atracción de inversiones y la mejora de la productividad. En este sentido, la sede de Laboratorios Ordesa también volvió a Barcelona en octubre del curso tras permanecer en Huesca los últimos años. El relato oficial de la compañía, en este caso, fue que el origen de la empresa, fabricante de las de las papillas infantiles Blevit o la leche Blemil, se situaba en la ciudad aragonesa.
Por su parte, uno de los regresos más esperados se ha producido hace pocos meses. A finales de enero, en plena opa hostil del BBVA, Banco Sabadell anunciaba su retorno algo más de siete años después, desde que el 5 de octubre de 2017 la moviera a Alicante para garantizarse en pleno procés continuar bajo el paraguas regulatorio y supervisor del BCE en caso de secesión.
El movimiento se ha dado después de la victoria de Illa y la bajada del suflé independentista. "Es una buena noticia que indica, con toda modestia y humildad, que vamos por buen camino, que es el camino del buen gobierno, de la estabilidad institucional, de la seguridad jurídica y de la generación de confianza", afirmó Illa tras conocerse la noticia. Hay también quien la relaciona con una estrategia de defensa en el marco del intento de compra de la entidad que preside Carlos Torres. Sea como sea, el president defiende que la recuperación de sedes sociales "demuestra que es el momento de apostar por Cataluña". Applus ha sido la última en anunciar la vuelta.
El mundo empresarial parece así arropar a Illa. En la presentación del plan para recuperar el liderazgo económico de la comunidad en España se pudieron ver distintos presidentes firmas. El Ejecutivo catalán movilizará 18.500 millones de euros hasta 2030 con el objetivo de que Cataluña "recupere el liderazgo y sea el motor económico de España y se convierta en una región puntera de Europa". No obstante, pese a los contados regresos, son todavía buena parte de las mayores empresas catalanas las que mantienen su sede fuera de la comunidad, y no han regresado cotizadas como son Cellnex, Catalana Occidente y Colonial u otros grupos privados entre los que se encuentran Planeta, Hotusa, Idilia Foods y Codorníu. También hay las que mantuvieron su residencia como Seat, Mango, Vueling o Bon Preu.
Criteria se abraza a un 'president' tras diez años
Salvador Illa e Isidro Fainé protagonizaron a mediados de abril una de las fotos que mejor escenifica la buena sintonía (o al menos más sosegada) entre los empresarios y el Govern. La Generalitat y el CaixaResearch Institute se aliaron para impulsar el ecosistema de investigación y allí estaban ellos posando mientras se estrechaban la mano. Illa fha sido el primer presidente de la Generalitat en remitir una imagen oficial con Fainé tras más de una década.
No lo habían hecho ni Carles Puigdemont, ni Quim Torra, ni Pere Aragonès. Unas dos semanas antes, La Fundació La Caixa y su brazo inversor, Criteria, devolvieron la sede a la Ciudad Condal. La primera fundación de España y su holding empresarial se mudaron a Palma de Mallorca. Argumentó que en Cataluña ya no se dan las circunstancias que motivaron el cambio. Por su parte, la de CaixaBank continúa en Valencia y allí seguirá con "carácter indefinido". También se antoja difícil un retorno de Naturgy. El propio presidente y consejero delegado la gasista, Francisco Reynés, ha dicho que no es una cuestión que se haya debatido hasta al momento, aunque tampoco se descarta. No obstante se antoja difícil dada su fuerte presencia en Madrid. El directivo balear ha sido nombrado también recientemente vicepresidente ejecutivo de CriteriaCaixa.