Economía

El 'Govern' prevé que la economía catalana crezca un 2,6% en 2025, el triple que la UE

  • Advierte sobre "cierta desaceleración" aunque solo corrige su pronóstico en una décima 
La consejera de Economía y Finanzas, Alícia Romero. EE
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La Consejería de Economía y Finanzas ha publicado el escenario macroeconómico de Cataluña para el bienio 2025-2026. El ejercicio de prospectiva del Govern concluye que la economía catalana seguirá mostrando más dinamismo que las economías de su entorno pese a las tensiones arancelarias. Economía prevé unas tasas de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) catalán del 2,6% en 2025, una décima menos de lo que calculó el pasado octubre, y del 2% en 2026. Por contra, los crecimientos estimados en la zona euro son del 0,8% en 2025 y del 1,2% en 2026, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Pese a ello, el departamento que lidera Alícia Romero ha advertido que estas estimaciones se dan en un contexto global de incertidumbre que provocará una "cierta desaceleración" tras una "etapa de incrementos muy intensos". El principal nubarrón en el horizonte es la guerra arancelaria desatada por el presidente de EEUU, Donald Trump.

A pesar de que las consecuencias de la nueva política de Washington aún no son claras, el Govern vaticina una desaceleración mundial de los intercambios comerciales. De hecho, ya ha anunciado un paquete de ayudas y préstamos por un importe total de 1.500 millones de euros. Se trata del mismo escenario dibujado por la mayoría de organismos internacionales, que han revisado a la baja sus previsiones de crecimiento para el grueso de las economías avanzadas con la única excepción de España.

Menos gasto público

El aumento del PIB para 2025 (2,6% interanual) estará impulsado por la aportación positiva de la demanda interna. El consumo de los hogares mantendrá su ritmo de crecimiento (3,5%), según las previsiones, gracias a la vitalidad del mercado laboral, el crecimiento de los salarios y la moderación de los precios. Del lado de las administraciones públicas, el consumo se moderará (2,9%), lastrado por la prórroga presupuestaria que limita las capacidades de gasto público y tras unos años en que este componente ha sido la principal palanca en la evolución del PIB.

Respecto a la formación bruta de capital se proyecta un avance significativo (3,7%), gracias a la mejora de las condiciones de financiación, el bajo nivel de endeudamiento empresarial y el apoyo de los fondos europeos. No obstante, se trata del componente que "podría verse más afectado por la incertidumbre de los agentes económicos", según advierte la consejería.

Por otro lado, la aportación de la demanda externa será negativa (-0,3 puntos), después de cuatro años con un peso destacado en el mix. Las exportaciones mejorarán un 1,8%, en un contexto más desfavorable por la guerra comercial. En cambio, las importaciones previstas presentarán un incremento más elevado (3,8%) debido a la fortaleza de la demanda interna.

Respecto al mercado de trabajo, la creación de ocupación se ralentizará tras la expansión de los últimos años. Así, el crecimiento de la ocupación equivalente a tiempo completo se situará a finales de 2025 en el 1,6%, mientras que la tasa de paro se reducirá ligeramente hasta el 8,5%. En el bienio 2025-2026, se estima una creación de unos 100.000 puestos de trabajo. Hay que tener en cuenta que, a fecha de diciembre de 2024, Cataluña registró su menor tasa de paro (7,87%) en los últimos 16 años, desde el estallido de la burbuja inmobiliaria.

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