Economía

Sánchez busca recursos de la UE para seguir financiando el gasto en Defensa

  • España aboga por un instrumento común con financiación de los países y deuda conjunta europea
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
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El choque entre la UE y Estados Unidos tiene muchas aristas, y una de las más afiladas para Bruselas está en su dependencia de Washington en la compra de armas. Trata, de forma apresurada, de dar forma a una estrategia de defensa que permita mejorar su autonomía estratégica. Pese a las varias propuestas sobre la mesa de la Comisión Europea, España pide ir más allá, pide más instrumentos conjuntos a nivel europeo, que permitan acelerar el gasto en defensa, en una suerte de conjunción entre más financiación de los Estados miembro y una nueva emisión de deuda conjunta comunitaria.

No es la primera vez que España reclama que el gasto en defensa debe partir de recursos financiados a nivel europeo, en detrimento del gasto nacional. La propuesta de Madrid se configuraría como "una solución transitoria" hasta que esta partida esté completamente integrada en el presupuesto europeo. El próximo, el que se está gestando actualmente, abarcaría el periodo 2028 a 2034. Por lo que dejar las ambiciones del Rearme europeo en este paraguas lo postergaría demasiado tiempo.

Fue la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, la que imprimió tal premura. Desbarajustó el tablero de juego en la guerra de Ucrania y puso patas arriba un contexto geopolítico ya de por si lleno de incertidumbre. La propuesta de España se compondría, así, de préstamos y ayudas, para financiar grandes proyectos europeos de defensa. Se trataría de un "instrumento temporal", con aportaciones de los Estados miembro, de una nueva emisión de deuda conjunta comunitaria y de otros recursos de financiación comunitarios, como el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE, por sus siglas en ingles), conocido como Fondo de rescate durante la crisis financiera.

La propuesta del Ejecutivo de Sánchez ha sido objeto de debate del Ecofin informal que tuvo lugar en Varsovia este mes de abril. No obstante, cabe recordar que corresponde a la Comisión Europea poner sobre la mesa propuestas para delinear la estrategia de defensa comunitaria. Hasta la fecha, ha planteado préstamos por valor de 150.000 millones de euros, ha abierto la puerta a que los Estados miembro puedan suspender las reglas fiscales a nivel nacional para que el gasto en defensa no compute a la hora de cumplir con los objetivos de déficit (ese umbral del 3%) y ha instado a redirigir fondos de Cohesión a este segmento.

Este último no ha sido un planteamiento que haya gustado demasiado a Gobierno español que ha incidido en que los fondos de Cohesión tienen una funcionalidad en la política territorial. Y mientras el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se mostraba abierto a utilizar la excepción de las reglas fiscales, tal medida no llega a consumarse. El escaso margen para llegar a ese límite del 3% predispone a España a utilizar ayudas europeas en lugar de recurrir al gasto nacional.

Sí, ha dado un paso en esta dirección Portugal. La pasada semana anunciaba que activaría la cláusula nacional de escape para destinar más gasto a defensa. No lo ha hecho así España, cuyo papel considera que será esencial el think tank Bruegel.

Con respecto a la cláusula de escape, "el país clave parece ser España, reacia al gasto en defensa y con un déficit público cercano pero inferior al umbral del 3% establecido por las normas fiscales de la UE. Una decisión española aprobando la activación del sería una señal clara de que éste puede ser un primer paso hacia la creación de instrumentos más avanzados de la UE tanto para la defensa como para la competitividad", sugiere en un análisis.

Otro Estado miembro clave sería Francia, pero su rol tiene más que ver con ese fondo de 150.000 millones en préstamos. El mismo estudio observa que si el Elíseo se inclina a utilizar este instrumento, "sería una señal clara para los demás países de la UE. Incluso podría empujar a Alemania y a otros países con tasas de rendimiento de sus bonos inferiores a las de los bonos europeos comparables a utilizar estos préstamos, sacrificando los beneficios a corto plazo en favor de un compromiso europeo a largo plazo".

Mientras tanto, la UE busca nuevos socios. Y Reino Unido responde a la llamada a estrechar relaciones, todo ello tras el Brexit. La reunión entre la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, y al primer ministro británico, Keir Starmer, plantea tender lazos en materia de seguridad y defensa, entre otros sectores. La alemana se refirió un "acuerdo de asociación estratégica en materia de seguridad y defensa" que podría desembocar en la entrada de Londres en el programa de seguridad europea.

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