
Carpe Diem es una academia nacida en el año 2022 con el objetivo de aportar conocimientos, capacitación y experiencia a sus alumnos a través de una amplia variedad de cursos. Además, en esta firma, conocen de primera mano los retos del presente de la enseñanza y ofrecen una modalidad híbrida para cursar en su academia. Es por este motivo por el que la escuela ha logrado el Certificado Ciege por tercer año. Se trata de una certificación respaldada por elEconomista.es junto a Informa D&B que premia a las empresas que logran la excelencia otorgando una mayor visibilidad.
Con respecto a la obtención del Certificado Ciege, Sonia Luna, quien es la directora de Formación Carpe Diem, destaca el trabajo de su equipo para lograr la certificación, ya que para ellos supone "un reconocimiento al esfuerzo constante de todo nuestro equipo por ofrecer formación de calidad, con una gestión eficiente y centrada en la mejora continua. Este sello avala nuestro compromiso con la excelencia".
Academias como Formación Carpe Diem son fundamentales en el contexto actual en el que se requiere cada vez una mayor cualificación a los trabajadores pero, por falta de tiempo, no pueden acceder a ella. Los modelos híbridos en educación están cada vez más a la orden del día y, desde el propio centro, reconocen que este tipo de aprendizaje se demanda cada vez más: "En los últimos años, hemos visto un crecimiento exponencial en la demanda de formación online, especialmente en áreas relacionadas con la empleabilidad, la digitalización y la especialización profesional. Cada vez más personas buscan formación flexible que les permita compatibilizar su desarrollo académico con su vida laboral y personal", reconoce la directora de Formación Carpe Diem. Así, desde la academia reconocieron los retos futuros hace unos años y supieron adaptarse a las circunstancias. Todo ello, además, sin dejar a un lado la filosofía de la empresa, "que se basa en cuatro pilares: calidad educativa, innovación, accesibilidad y orientación al alumno", afirma Luna.
Además, la satisfacción del estudiante es nuestra prioridad, por lo que contamos con un equipo de docentes especializados que acompaña a cada alumno durante todo el proceso formativo". Todo ello ha hecho que Formación Carpe Diem se posicione como una de las academias con una mayor oferta de enseñanzas y haya logrado numerosos premios por su influencia en la formación, tanto de futuros empleados como de trabajadores en activo.
Por el contexto actual, y los cambios que derivó la pandemia a nivel formativo, Luna destaca que "uno de los mayores desafíos ha sido adaptarnos a los constantes cambios del sector y a las nuevas necesidades del alumnado".
Entre estos retos se encuentran la transformación digital y la evolución de las metodologías de enseñanza, "ya que requieren una actualización continua de nuestros cursos y de nuestras plataformas tecnológicas. Para ello, hemos apostado por la formación interna de nuestro equipo, la optimización de procesos y el desarrollo de materiales didácticos actualizados". En este sentido, ha jugado un papel fundamental la opinión de los alumnos "ya que sus aportes nos permiten mejorar cada día". Y es que, en la academia "trabajamos con un modelo de enseñanza centrado en el alumno. Desde el primer momento, ofrecemos un acompañamiento personalizado con docentes que guían y resuelven dudas en tiempo real". Otro aspecto fundamental es la evaluación continua de la calidad. "Recogemos el feedback de nuestros alumnos en cada edición de los cursos, lo que nos permite identificar oportunidades de mejora y adaptarnos a sus necesidades", lo que les permite encontrar los puntos débiles y fortalecerse para lograr sus objetivos anualmente.
De cara al futuro, Formación Carpe Diem destaca que las principales tendencias serán la personalización del aprendizaje, la inteligencia artificial y la analítica de datos, "que nos permitirán adaptar los contenidos y metodologías a las necesidades individuales de cada alumno". Además, para que los alumnos salgan lo más preparados posibles al mercado laboral, la certificación de competencias y formación práctica orientada al empleo seguirán ganando protagonismo, ya que las empresas valoran cada vez más la aplicabilidad real de los conocimientos.