Casi la mitad de los empresarios españoles (un 44%) ven la incertidumbre política como el principal riesgo para la economía. Es una de las conclusiones que desprende la vigesimoprimera edición de Perspectivas España 2025, un informe realizado por la consultora KPMG junto a la patronal española, CEOE.
A pesar de las buenas previsiones de crecimiento para este año, el texto destaca que la incertidumbre política nacional, el exceso de deuda pública, el raquítico crecimiento europeo o el incremento de las tensiones geopolíticas (y su impacto en el comercio internacional) "se mantienen como focos de inestabilidad". E incide en que, aunque este año se dibuja como positivo en el ámbito económico, "nuestro país no está exento de riesgos".
En concreto, según la encuesta realizada por la consultora a más de 1.200 empresarios y directivos, las principales amenazas para la economía española en los próximos doce meses son la incertidumbre política (según el 44%), la inseguridad jurídica (asegura el 40% de ellos) y los cambios regulatorios (para el 34%).
"En los últimos años el marco regulatorio en el que las empresas desarrollan su actividad se ha complicado" reza el informe. Que además agrega que la demanda más común al Gobierno central (que marcan dos de cada tres encuestados) es que garantice un marco jurídico y regulatorio estable, un requisito que consideran esencial para fomentar la inversión, la innovación y el crecimiento sostenible.
"La actual fragmentación del Parlamento no contribuye a generar esa estabilidad: los grandes acuerdos se complican, cuando no se imposibilitan", asegura el documento elaborado por KPMG. El resto de las demandas al Ejecutivo, giran en torno a la eficiencia del gasto público, la simplificación administrativa y la política fiscal.
Optimismo por el crecimiento
Por otro lado, además de los riesgos, el informe también destaca el optimismo generalizado por las perspectivas de crecimiento para este año, que apuntan a un aumento del PIB de entre el 2,3 (según la OCDE, el FMI y la Comisión Europea) y el 2,5% (según los cálculos del Banco de España). Un aumento previsto del PIB para nuestro país que se modera en comparación con el año pasado, cuando el crecimiento cerró en un 3,2%.
"Las previsiones económicas reflejan un mayor optimismo que en años anteriores, pero, si queremos seguir creciendo de manera sostenida y robusta, necesitamos un marco que favorezca la actividad empresarial" asegura el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, en el documento. Según Garamendi, para ello se debe favorecer la seguridad jurídica y regulatoria, "sin cargas fiscales elevadas y cambiantes y sin costes laborales crecientes".
No obstante, destaca también el impacto de la coyuntura internacional, marcada por la inestabilidad derivada de dos conflictos bélicos (en Ucrania y Oriente Próximo) y la llegada de Trump a la Casa Blanca (que impacta ya a la economía a través de la guerra arancelaria). Además de los riesgos para la economía ya mencionados, los empresarios apuntan en el estudio que las principales amenazas para los negocios en los próximos meses son los riesgos regulatorios (según el 42%), la pérdida de competitividad (para el 38%), la evolución de los precios de la energía, el riesgo de demanda y los ciberataques (para el 24%).
