
De las Fuerzas Especiales a pilotar en nuestro país el negocio de uno de los gigantes agrotecnológicos del Planeta. Ronan de Hercé dirige desde hace tres años Syngenta Iberia, que en unos meses abrirá en El Ejido un nuevo centro de innovación que será el referente mundial de la compañía en cultivos como el tomate, el pimiento o el calabacín.
A Ronan de Hercé la "pasión" por la agricultura le viene de cuna. Nació y se crio en la finca de sus padres en Francia y desde entonces siempre ha seguido muy de cerca las problemáticas a las que se enfrentan los agricultores "en su honorable misión de alimentar al mundo". La posibilidad de ganar experiencia en liderazgo de equipos mientras se ponía al servicio de "otro gran propósito, servir a mi país", le llevó a formar parte del Ejército francés durante 7 años como capitán.
Con las habilidades de liderazgo adquiridas en su etapa militar, puso el foco en el sector agrícola, y tras realizar un MBA, recaló en Syngenta "cuyos valores y oportunidades de desarrollo personal me parecían perfectamente alineados con mi ambición", afirma. Lleva ya 12 años en "esta gran empresa, con la suerte de liderar los mejores equipos de la industria".
A nivel global, Syngenta cuenta con más de 60.000 empleados en 124 países e invierte más de 1.400 millones de euros en I+D para ofrecer nuevas soluciones y productos que apoyen la agricultura moderna gracias a la genética, la protección de cultivos y la digitalización.
Tras tres años conociendo al sector, De Hercé destaca de la agricultura española "la diversidad de cultivos su alta exposición al Cambio Climático y la fuerte resiliencia que tiene el productor español, capaz de reinventarse, tanto adoptando innovación como pensando en cambiar de un cultivo a otro".
Para el directivo del gigante agrotecnológico, "España juega un papel de laboratorio de muchas de nuestras innovaciones. Somos pioneros en muchos de los proyectos de innovación que lleva Syngenta, pero de lejos. Y a veces me da miedo que vayamos demasiado por delante de los demás", afirma entre risas. Este protagonismo de nuestro país en la estrategia de I+D de la compañía no es solo por la diversidad de cultivos, también por "el dinamismo" de los agricultores. Hay interés, curiosidad, competencia, habilidades que no son fáciles de encontrar en otros sitios", asegura.
Dos centros de I+D representan desde hace años la apuesta de la compañía por nuestro país en cultivos hortícolas: en La Puebla (Murcia) y El Ejido (Almería). En este último, está materializándose una inversión de 9,6 millones de euros. "Estamos en la fase final de construcción e intentaremos inaugurarlo a finales de este año. El proyecto supone concentrar toda la inversión que hacemos en semilla hortícola en un centro para que sea referencia a nivel global. Se ha reconocido la altísima expertise que España tiene en cultivos hortícolas en general, y en los que Syngenta es líder. Y hemos querido darle a Almería capitalidad sobre eso, algo que no va a parar. Habrá nuevos empleos con una incorporación fuerte de personal y va a beneficiar a nuestros clientes, los agricultores, los distribuidores, que van a poder venir, ver, tocar. Es innovación de primera mano. Tenemos que ser capaces de invitar a toda la cadena alimentaria para desarrollar productos adaptados a sus deseos. Saldrán además muchas sinergias con el resto del negocio que tenemos en España en materia de fitosanitarios, biológicos o digitalización. Tengo mucha confianza", asegura.
De Hercé pone entre paréntesis las últimas campañas en España, en las que la sequía ha diezmado las producciones. "El agricultor no ha gastado mucho en insumos esenciales y eso nosotros también lo notamos casi de la misma forma en términos de ingresos. Cuando el sector sufre, nosotros sufrimos también".
La sostenibilidad medioambiental de la agricultura es uno de los pilares sobre los que pivota la estrategia de Syngenta con la apuesta por la innovación para el desarrollo de fitosanitarios "de perfiles mucho más amables" y de nuevas soluciones biológicas, un negocio para el que prevé uno o dos lanzamientos al año tras crecer un 23% en el último año.
Una vía rápida para los biológicos
De Hercé pide en este sentido "un fast track, una vía rápida" para llevar al mercado esos productos biológicos antes que uno clásico. "Lo que pedimos es agilizar cuando tenemos certezas porque el agricultor está pendiente de estas innovaciones. Muchas veces vemos productos que ya se están utilizando en otras partes del mundo, pero no desde hace seis meses, sino desde hace años".
La lentitud de la regulación europea se extiende también a los agroquímicos. En este sentido, el directivo confía en poder trabajar más de la mano con los nuevos responsables comunitarios, "sobre todo para una cuestión de timing", tras los agujeros en competitividad en la agricultura que sacaban a la luz informes como el de Draghi. "Con el Ministerio utilizaba la metáfora de que estamos en un puente y las soluciones de ayer no van a ser las de mañana, pero tenemos que aguantar con ellas, mejorándolas, hasta que llegue el futuro. Lleva su tiempo aportar estas innovaciones bio y complementarlas con lo digital, que es también un tema fundamental. Estamos en ese puente y hay que ayudar al agricultor a aguantar con una caja de herramientas fiable".
La digitalización es otra de las columnas vertebrales de la visión de la nueva agricultura. "Ser más sostenible mañana en la aplicación de un producto fitosanitario requiere saber dónde, cómo, cuándo y cuánto se tiene que aplicar. Y eso pasa por el uso de herramientas digitales. El conocimiento de antes de un agricultor que conoce muy bien su parcela, ahora, con el de relevo generacional, tenemos el riesgo de perderlo. El tema digital es lo que nos permite pasar de un sitio a otro".
En este sentido, la compañía quiere capacitar a sus 150 distribuidores en España para que actúen como asesores 2.0 en digitalización. "Podemos llegar a cualquier agricultor en cualquier sitio".
Syngenta es pionera en aplicar la Inteligencia Artificial en el mundo agrícola. "Nos va a permitir ganar tiempo en el desarrollo de soluciones, va a poner en manos del agricultor recomendaciones todavía más adecuadas para sus cultivos y va a permitir reducir la carga administrativa derivada de las exigencias legales, una reivindicación justa del sector".