
El pacto firmado entre Junts y el Gobierno tiene una víctima inesperada: la financiación de las comunidades autónomas, en lo que se refiere a las entregas a cuenta para estos territorios de régimen común (lo que por tanto incluye a Cataluña). En concreto, esas partidas, entregadas por el Gobierno central a los Gobiernos regionales, en concepto de anticipos por lo recaudado por el sistema de financiación autonómica, está pendiente de una actualización por valor de 10.000 millones que, de momento no se llevará a cabo.
En concreto, las partes firmantes del pacto se emplazan a un futuro acuerdo para llevar a cabo este cambio.Hasta que no se produzca, los Gobiernos más afectados serán los propios de Cataluña (1.190 millones menos), Andalucía (1.820 millones) y Madrid (1.280 millones). Tras ellas se situarían Comunidad Valenciana (800 millones) Galicia (700 millones) y Castilla y León (600). La financiación para los territorios queda así fijada en el valor, en torno a 135.000 millones de euros, que ya se había establecido para el conjunto del ejercicio 2024.
Además de los recursos repartidos entre las comunidades autónomas hay otros aspectos fiscales, que tampoco se incluyen en el redactado del acuerdo. Son los siguientes:
Impuesto sobre la renta
Una de las modificaciones anunciadas por la Agencia Tributaria está estrechamente relacionada con el mínimo exento para presentar la declaración de la renta. Si bien en 2024 la cuantía total era de 1.500 euros íntegros procedentes del segundo pagador, en 2025 esa cuantía se había incrementado hasta los 2.500 euros. Tal y como establecía la Agencia Tributaria en su página web, es una de las novedades del Real Decreto-ley 9/2024, de 23 de diciembre, por el que se adoptan medidas urgentes en materia económica, tributaria, de transporte, y de Seguridad Social, y se prorrogan determinadas medidas para hacer frente a situaciones de vulnerabilidad social.
Deducciones fiscales
Continuarán en el limbo las deducciones fiscales previstas para obras de rehabilitación que mejoren la eficiencia energética en las viviendas y las destinadas a la adquisición del coche eléctrico. En este caso, las partes se abren también a una negociación posterior.
Impuesto a la banca
Tendrá que esperar su momento igualmente una corrección técnica introducida por el Gobierno para limitar el impacto contable del nuevo impuesto sobre el margen de intereses y comisiones de determinadas entidades financieras. En concreto, se realizaban cambios técnicos en los periodos impositivos y de devengo para que el nuevo impuesto, aprobado a finales de diciembre, no se solape con el gravamen temporal.
La aplicación del impuesto a la banca resulta vital para que el Gobierno cumpla con sus objetivos de déficit comprometidos con la Comisión Europea, una vez que el impuesto creado ad hoc para als energéticas está definitivamente descartado y la aprobación de la equiparación tributaria del diésel y la gasolina tiene todavía que esperar su negociación.