
El pasado 1 de noviembre entró en vigor la reforma del subsidio por desempleo, la ayuda que perciben las personas que se registran como demandantes empleo y que ya han agotado la prestación contributiva o no habían generado derecho a ella por no reunir el tiempo cotizado que se exige como mínimo. La ley que fue el resultado de una extensa negociación entre Economía y Trabajo, un debate con Bruselas y el cierre de posiciones con los grupos parlamentarios y los sindicatos, recogía la posibilidad de mantener una ayuda al encontrar un empleo, incluso si es a tiempo completo.
En este periodo, unas 5.000 personas se han beneficiado de esta posibilidad que fue diseñada como un incentivo a la búsqueda de empleo, según señaló el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, en respuesta a la pregunta de este medio. El 'número dos' de Yolanda Díaz contextualizó esta cifra, reducida respecto al total de perceptores del subsidio, en el poco tiempo trascurrido en su entrada en vigor. No obstante, el diseño de la norma también frena que este número sea mayor, puesto que esta opción no se abre a los desempleados que cobran el paro contributivo hasta que no se cumpla un año desde que perdieron su último empleo.
La explicación es que al encontrar un puesto de trabajo, estos profesionales no siguen cobrando el subsidio (o el paro, si tenían la prestación contributiva), sino que pasan a percibir una ayuda que se llama 'complemento de apoyo al empleo' que creó esta misma norma. Estas personas pasan a percibir la ayuda de forma automática, hasta un máximo de 180 días y con una cuantía que se reduce en función del número de trimestres en los que se perciba y el tipo de jornada que tenga la persona concreta en el nuevo empleo, según recoge el Real Decreto-ley 2/2024, cuya aprobación estaba vinculada al cuarto pago de los fondos europeos.
Las cantidades a percibir por el trabajador vienen expresadas como porcentajes del Indicador Público de Renta a Efectos Múltiples (IPREM) fijado en 600 euros al mes desde el año de 2023, una cifra que podría actualizarse en los próximos Presupuestos Generales. De forma que el 'complemento de apoyo al empleo' oscila entre los 480 euros y los 30 euros, en función de los dos factores señalados previamente.
A modo de ejemplo, una persona que encuentre un empleo a jornada completa (40 horas o la estipulada en su convenio) y perciba el subsidio desde hace nueve meses, recibirá una ayuda de 180 euros al mes, en cambio, si llevaba solo un mes con la prestación no contributiva percibirá 480 euros, a los que sumará su nuevo sueldo. Mientras que si se encuentra en estas mismas fases y trabaja menos de la mitad de la jornada completa, estas cuantías se verán reducidas hasta los 150 euros y los 360 euros, respectivamente.
Esto significa que la nueva ayuda alcanzará como máximo el 80% del IPREM, la cuantía fijada como tope para el subsidio de paro antes de que entrase en vigor esta misma ley. La regulación actual eleva hasta el 95% del IPREM (570 euros al mes) el subisidio durante los seis primeros meses y al 90% del IPREM (540 euros) en los seis restantes hasta alcanzar el primer año de ayuda, tras lo que se sitúa en el 80% que estaba implementado antes con carácter general. Unos cambios que centraron la discusión entre Econnomía y Trabajo, ya que la ahora presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI) defendía que esta mejora podría operar como un desincentivo a la búsqueda de empleo. De hecho, el resultado es un punto medio entre las ambiciones de ambos departamentos, puesto que la intención inicial de Díaz era llevar la cuantía al 110% del IPREM ese primer año.
Ese primer texto aprobado en diciembre de 2023 también incluía un recorte en la cotización de los perceptores del subsidio para mayores de 52 años del 125% actual al 100, de forma progresiva. No obstante, tras una derrota parlamentaria por el voto en contra de Podemos, el Gobierno se vio obligado a abrir una mesa de negociación con la patronal y los sindicatos en la que terminaron por borrar ese punto y canalizar la demanda de Podemos a través de los representantes de los trabajadores para cumplir el compromiso adquirido con Bruselas.
Contra el paro de larga duración
El 73% de los perceptores del subsidio por desempleo eran mayores de 50 años, según la estadística difundida por el Ministerio de Trabajo en noviembre, última disponible. Esto explica que uno de los principales objetivos de esta reforma, comprometida con la Comisión Europea, fuese reducir el paro de larga duración y plantear esta compatibilidad como un incentivo a la búsqueda de empleo, aunque este ofreciera un salario más reducido u horarios más reducidos que los que buscaba el parado. Estas franja de edad, sin embargo, representan el 30% de los perceptores de la prestación contributiva.