Economía

Las pequeñas compañías, claves en el sector constructor del siglo XXI

  • El éxito de firmas como Cementos La Cruz pasa por trazar una hoja de ruta en la que se tiene en cuenta la economía circular y sostenibilidad
Nave industrial de Cementos La Cruz en Abanilla, Murcia
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Las pequeñas y medianas empresas son la espina dorsal de la economía y la industria europea. Destacan por su capacidad de innovación, flexibilidad y adaptación a las nuevas demandas de los diferentes mercados.

La construcción, que a primera vista parece anclada en técnicas del pasado, es puntera en estos ámbitos y hay pymes españolas que están cimentando, nunca mejor dicho, la construcción del siglo XXI. Una de ellas es Cementos La Cruz, que nació hace casi 25 años en Abanilla, Murcia, pero que ha sabido posicionarse a nivel nacional e internacional. ¿Su estrategia? Trazar una hoja de ruta que aplica como un mantra, o leitmotiv, basado en cuatro pilares para el desarrollo de 'cementos responsables': economía circular, descarbonización, digitalización e impresión 3D. Sin embargo, estos ejes son más que una declaración de principios que cualquier papel es capaz de aguantar. En la práctica, esta empresa familiar esgrime dos datos muy concretos: invierte el 2,5% de su facturación, más que la media del sector, en I+D+i y el 20% de su plantilla ya trabaja en temas de sostenibilidad e innovación.

La cuarta revolución industrial conlleva no sólo la necesidad de incorporar tecnología de vanguardia, sino que requiere de un mayor compromiso con las exigencias ambientales. Ante esta realidad, el consejero delegado de Cementos La Cruz, Antonio Ballester, comenta que "nuestro consumo de energía proviene de fuentes 100% renovables. Además, hemos incorporado diferentes tipos de subproductos en toda nuestra gama de cementos, morteros y hormigones. Por otro lado, nuestra gama Ckleen reduce la huella de carbono hasta un 90% gracias a la utilización de productos locales". La voz de Ballester es una de las más autorizadas en el sector de la construcción, tras su paso por Andimac, la asociación de distribuidores de materiales de construcción, como presidente durante 8 años, y también por Ufemat, la confederación de asociaciones europeas de materiales de construcción, como presidente durante 4 años. También ha estado al frente de importantes grupos de compras a nivel nacional y europeo como presidente, como Ibergroup y Euromat.

Desafíos del presente

Al igual que otros sectores, tanto la construcción como la industria cementera enfrentan desafíos que ponen a prueba la supervivencia de todos sus actores. Por ejemplo, la patronal, la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) estima que hay un déficit de 700.000 trabajadores y también de oferta. Esto, sumado a la escasez de oferta de vivienda, contrasta con las más de 600.000 viviendas que se construían anualmente hasta antes del boom inmobiliario de 2008 que marcó un antes y un después en la imagen del sector.

Uno de los grandes retos, reconoce Ballester, es revertir una imagen que no coincide con la realidad, sobre todo para que la construcción recupere el atractivo que ha perdido entre los más jóvenes.

"Hoy, en nuestro diccionario empleamos un lenguaje responsable y moderno, donde el cálculo de la descarbonización, la logística eficiente, y la digitalización son conceptos que ya forman parte de nuestro día a día. Aquí hay futuro y opciones concretas para el desarrollo de carreras profesionales de por vida", asegura Ballester.

Se advierte orgullo en las palabras de Ballester, quien dice que sus cementos "están construyendo las ciudades del futuro". Desde la ventana de su oficina se asoma el laboratorio 3D, que cuenta con una impresora de hormigón en la que trabajan ingenieros, diseñadores y otros perfiles tanto técnicos como profesionales. Y es que la escalada del precio de los materiales tradicionales está impulsando está nueva industrialización donde la robótica es una obligación para una mayor eficiencia en los procesos.

Pero esta mentalidad no aplica únicamente a la construcción en sí, sino que ya es extensible a todas las áreas de la empresa. Esta transformación significa que el itinerario de producción, logística y toda la cadena de valor del cemento es digital. "Estamos hablando de que se están automatizando todas las plantas a través del uso de Inteligencia Artificial, gemelos digitales y Big Data", afirma Antonio Ballester.

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