Madrid
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha pedido este miércoles a los trabajadores que no acudan a sus puestos de trabajo en las zonas que estén en alerta roja por el temporal, como Málaga o Tarragona. La organización preferente es el teletrabajo y los empleados podrán acogerse a los permisos retribuidos por motivos de seguridad.
El último real decreto con medidas por el efecto de la DANA recoge, a efectos legales, la posibilidad de solicitar permisos laborales retribuidos por la empresa sin devolver las horas de ausencia en aquellos supuestos en los que la catástrofe impida acceder a la zona de trabajo, no haya posibilidad de teletrabajo o por motivos de fallecimiento de familiares, labores de rescate o limpieza.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) mantiene aún activados los avisos por riesgo extremo (rojo) en zonas de Málaga y Tarragona por precipitaciones localmente fuertes y persistentes que pueden ir acompañadas de tormenta llegando incluso a ser torrenciales.
"Estamos en alerta roja y por tanto no tienen que correr riesgos, no hay que ir a trabajar", ha aseverado Díaz en un mensaje en los pasillos del Congreso en la mañana del miércoles. La vicepresidenta ha explicado que el riesgo no sólo es individual, sino que el hecho de acudir al trabajo en situaciones como la ocurrida en Valencia recientemente "también pone en riesgo colectivamente a la sociedad".
Así, Díaz ha reiterado su mensaje y ha pedido a las personas afectadas "que no vayan a trabajar", al tiempo que ha recordado que verán compensado con salario y con cotizaciones las ausencias a su puesto. En este sentido, hay una prohibición del despido: no será justificable y, en todo caso, el empleado deberá ser readmitido.
El real decreto con medidas laborales recoge expresamente el trabajo en remoto como organización preferente de la actividad ante las posibles inclemencias por el temporal tras la catástrofe de hace dos semanas. A través del plan 'Mecuida', flexibiliza la posibilidad de reducir y readaptar la jornada laboral. Deja en manos de la 'buena fe' de empresas y trabajador el resto de casuísticas específicas a la hora de reorganizar el trabajo evitando riesgos.