Montilla da el visto bueno para poner en marcha un plan de contención que se presentará las próximas semanas.
El déficit de la Generalitat ha desbordado cualquier previsión: 4.862 millones de euros. "No nos ha cogido por sorpresa. No hay ninguna administración pública que no tenga déficit en la actualidad", explicó ayer el conseller de Economia, Antoni Castells, durante la presentación de la liquidación de los presupuestos correspondientes al ejercicio 2008. El dato llega después de revisar la cifra y aumentarla de los 470 millones iniciales a los 2.041 en que se fijó en octubre pasado. Pero el déficit final ha duplicado esta última previsión y más que triplica el déficit catalán de 2007, que fue de 1.226 millones.
Las explicaciones del fuerte aumento hay que buscarlas por un lado en la caída de los ingresos, ya que la Generalitat ingresó 3.403 millones menos de lo que esperaba, y por otro en el aumento de los gastos, incrementadas por el gasto en sanidad y en ayudas sociales, entre otras partidas. El aumento del déficit ha traido consigo otra protagonista: la deuda. En 2008 se disparó hasta los 18.070 millones, según las normas contables europeas. La deuda total de la Generalitat llegó a los 27.903 millones, de los que cerca de 24.500 son deuda financiera.
Con estas cifras en la mano, al presidente José Montilla no le ha quedado más remedio que dar el visto bueno a un plan de contención del gasto en el que ya trabaja el equipo de Castells. Las medidas pasarían por un recorte de los gastos, aunque el conseller ha rechazado que sus planes pasen por una subida de impuestos a las rentas altas y puntualizó que todavía falta definir el "cuánto y dónde se aplicará" el recorte.
