
Casi el 90% de los autónomos de las comunidades afectadas por la Dana se encuentran con la actividad comercial paralizada, según aseguran a elEconomista.es varias asociaciones representativas de trabajadores por cuenta propia. Las inundaciones del pasado martes 29 de octubre por la tarde en la Comunidad Valenciana y Castilla La Mancha, y posteriores en Andalucía y Cataluña, se llevaron por delante la vivienda y los negocios de miles de personas que tendrán que volver a empezar de cero.
Desde la Cámara de Comercio de Valencia comunican que la inundación de cientos de locales, naves y bajos comerciales, unido los Parques Comerciales de Alfafar, Sedaví, MN4 y Bonaire, fueron los equipamientos comerciales más dañados por las consecuencias derivadas de la Dana.
Cabe destacar que los pequeños comercios y tiendas que consiguieron resistir a las inclemencias meteorológicas, son los que más castigados están siendo debido a los robos y saqueos, así como los polígonos industriales, que quedan prácticamente abandonados por las noches.
Importancia de la logística
El castigo de la Dana a las tiendas de alimentación está provocando una saturación en los comercios que se han salvado, lo que está provocando que la situación dentro de los locales del sector sea crítica. Para tratar de solventar el desabastecimiento y saturación en los comercios, está siendo fundamental el sector logístico.
Desde la Organización Empresarial de Logística y Transporte (UNO) destacan las labores de sus trabajadores "en el envío de mercancías de primera necesidad". Aunque desde UNO avisan que "debido a la saturación que se está registrando en la zona, por el momento no pueden recibir más mercancía".
A parte de la desaparición de cientos de negocios, la saturación de las vías de acceso y mal estado de las carreteras, hace que cientos de trabajadores no puedan desplazarse con seguridad a sus puestos, por lo que la actividad económica tanto de autónomos como de trabajadores ajenos está siendo mínima.