
El Banco Central Europeo (BCE) protagonizará hoy un capítulo que promete ser clave en el culebrón en el que ha convertido su intención de comprar deuda en el mercado como mecanismo anticrisis. Estrenó la serie el 2 de abril, cuando anticipó que la entidad estaría preparada en un mes para anunciar novedades al respecto. Ese tiempo expiró el 7 de mayo, y en efecto ofreció nueva información, aunque otra vez incompleta. Concretó que iba a adquirir títulos hipotecarios y adelantó que, en principio, destinará 60.000 millones de euros para ello. Pero, como todo guionista que se precie, terminó con un continuará...
Hoy ha llegado ese momento, y los mercados estarán pendientes de que el BCE se deje de suspense y dispare. Sobre todo, porque no se esperan cambios en los tipos de interés. Así lo han interpretado los analistas, puesto que 52 de los 54 expertos consultados por Bloomberg prevén que hoy no modificará el precio del dinero.
Revitalizar el consumo
Estos pronósticos ceden toda la expectación a la rueda de prensa que ofrecerá, desde las 14.30 horas, el presidente de la entidad, Jean-Claude Trichet, en la que deberá resolver las incógnitas pendientes. De momento, Axel Weber, presidente del Bundesbank -banco central alemán-, ha reconocido que no es partidario de destinar más de 60.000 millones a la compra de títulos hipotecarios. En el extremo opuesto se han situado otros colegas, como el esloveno Marko Kranjec, quien no descarta un aumento de dicha cantidad.
Mediante la adquisición de estos títulos el BCE perseguirá un doble fin. Por un lado, introducir en la economía una cantidad de dinero que antes no existía y tratar de revitalizar así el consumo, la inversión y el empleo. Y por otro, reactivar el mercado de cédulas hipotecarias. Por el momento ya está logrando el segundo objetivo, puesto que en el último, mes entidades españolas y extranjeras han realizado colocaciones de cédulas.