
El presidente chino Xi Jinping está estos días en África, donde prometió este jueves 50.700 millones de dólares para financiar el desarrollo de África durante los próximos tres años. Asimismo, el país asiático impulsará inversiones en el continente por valor de al menos 9.858 millones de dólares.
"China y África deben permanecer unidas y defender sus derechos legítimos en un momento en que el mundo está experimentando cambios nunca vistos. Nuestras relaciones están en su mejor momento de la historia", dijo Xi en la inauguración del Foro de Cooperación China-África (FOCAC), un encuentro con el que el gigante asiático busca afianzar aún más su presencia en ese continente.
El mandatario anunció 30 proyectos de infraestructura y renovó su promesa de aumentar las importaciones agrícolas del continente, una intención que ya había manifestado en la anterior edición del FOCAC, celebrado en Dakar en 2021.
Xi también enfatizó que China ayudará a África en la transición "hacia una tecnología con bajas emisiones de carbono". "Trabajaremos con África para promover la modernización ecológica, el desarrollo verde y la transición hacia una tecnología con bajas emisiones de carbono", explicó.
Asimismo, aseguró que China ofrecerá 141 millones de dólares en ayuda militar no reembolsable a África, así como entrenamiento para 6.000 efectivos militares. "Trabajaremos con los países africanos para iniciar una nueva ola de desarrollo en el Sur Global. La cooperación se profundizará en campos como el comercio y la infraestructura, pero también en áreas como capacitación de personal y el alivio de la pobreza", indicó.
"Amistad sólida" con África
Xi, que ha visitado África en diez ocasiones, aseguró que la "amistad" de China con el continente "sigue siendo sólida" y que "se está fortaleciendo sin importar cómo cambie el mundo". "Juntos hemos construido carreteras, ferrocarriles, escuelas, hospitales, parques industriales y zonas económicas especiales. Estos proyectos han cambiado las vidas y el destino de muchas personas", dijo.
Además, el líder chino indicó que las dos partes han mantenido "una estrecha coordinación" en los asuntos internacionales y regionales y juntas que "han hecho más fuerte la voz del Sur Global".
China ha sido el mayor socio comercial de África durante los últimos 15 años, con un volumen comercial que en 2023 alcanzó un récord de 282.100 millones de dólares.
A vueltas con la deuda
No obstante, algunas voces también han criticado la estrategia del gigante asiático en el continente por las llamadas 'trampas de deuda' ante el supuesto uso estratégico de la deuda para hacer a los países de África cautivos de los deseos y demandas de Pekín.
El déficit comercial de África con China se amplió el año pasado a 64.000 millones de dólares, si bien la brecha se redujo en la primera mitad de 2024 gracias al crecimiento de sus importaciones desde África.
En esta línea, Antony Blinken, secretario de Estado de los Estados Unidos, aseguró en su visita a Nigeria a finales de 2022, que "con demasiada frecuencia, los acuerdos internacionales sobre infraestructura son opacos, coercitivos" y "cargan a los países con una deuda inmanejable".
Debilitar a Estados Unidos
Estados Unidos siempre mira a China, y viceversa. Es por eso que los analistas creen que este movimiento de China en África esconde un nuevo objetivo, que no es otro que el de intentar debilitar a EEUU. "Esta cumbre se produce en medio de la intensificación de las fricciones estratégicas entre China y Occidente, especialmente Estados Unidos", explica a Business Insider Ali Wye, del think tank estadounidense Crisis Group.
Don Graves, subsecretario de Comercio de EEUU, reconoció en su visita diciembre de 2022 que Estados Unidos se había quedado atrás respecto a China en inversión en el continente africano, pero argumentó que su país sigue siendo el "socio preferido" en África. A su vez, lanzó una advertencia al acusar a Pekín de tratar de explotar a los países africanos. "Estamos aportando las mejores tecnologías e innovaciones, los estándares más elevados... Estados Unidos ayuda a crear capacidad en nuestros países socios en lugar de explotarlos".
Por otro lado, "China también tratará de demostrar que, aunque las democracias industriales avanzadas se alinean cada vez más para rebatir su influencia, no está ni mucho menos aislada diplomáticamente, especialmente en el mundo en desarrollo", sentencia Wyne.