Economía

Las pymes españolas aún pagan un interés del 5% por su financiación

Persona emprendedora

Las pequeñas y medianas empresas encadenan tres trimestres en los que soportan tipos de interés medios muy superiores al 1,7% vigente en los años marcados por la pandemia del Covid-19, lo que dificulta el proceso por el que tienen que pasar las personas que se animen a sacar adelante su negocio.

Lanzarse al mundo empresarial supone un reto cada vez mayor para los interesados en emprender en un nuevo negocio y alcanzar el ideal de ser su propio jefe. Una de las principales razones es porque la financiación de las pymes ha sumado tres trimestres siendo el triple de cara que antes de la pandemia del Covid-19, es decir, antes del marzo del 2020.

En concreto, el tipo de interés medio que afrontaron las pequeñas y medianas empresas en el primer trimestre del año fue del 4,9%, tras el 5% del cuarto trimestre de 2023 y el 4,8% del tercer trimestre del ejercicio anterior, según revela el Indicador de Cepyme sobre la Situación de la empresas en los primeros tres meses del 2024, elaborado por el Servicio de Estudios de la confederación de empresarios.

El informe devela además que las empresas con menos de 250 trabajadores pagan la financiación más cara desde marzo de 2009 (5,3%). Con esto, Cepyme evidencia que los tipos de interés medios acumulan tres trimestres triplicando las tasas de antes de pandemia con un 1,7%,y de la propia pandemia con un 1,6%.

Según el documento, a los costes financieros expuestos se suman la acumulación del repunte sostenido de los costes laborales y el aumento de las cargas impositivas y burocráticas que tienen que afrontar las empresas en España.

Además, precisa Cepyme, hay que tener en cuenta la alta inflación, que reduce los márgenes empresariales y deprime la inversión. En este sentido, la patronal sostiene que la situación es particularmente dura para las pequeñas empresas que, se financiaban al 5% en el primer trimestre de este año, frente al 4,8% de las medianas.

En lo que respecta al tipo de interés de los prestamos vivos, crece en términos intermensuales durante 26 meses consecutivos. En este periodo, ha pasado del 1,6% al 4,4%(que es la cifra máxima registrada desde marzo del 2009).

La restricción crediticia, por su parte, se expone al observarse que aunque el volumen de nuevos préstamos bancarios recibidos por las pymes siguió una suave tendencia ascendente, ocasionada porque captaron una nueva financiación por 40.200 millones de euros (eliminando el efecto de la inflación), la cifra es menor que la de cualquier trimestre entre el año 2015 y el 2019.

La financiación nueva, por su parte, ha retrocedido un 14,8% en el caso de las firmas pequeñas y un 26,9% en las medianas, de forma que el préstamo medio por empresa pequeña ha caído desde los 28.500 euros a comienzos de 2017 hasta los 24.300 actuales.

En el caso de las empresas medianas, la cifra ha mermado desde los 443.500 euros a los 324.300 euros en el mismo periodo de tiempo. Pese a que la reducción del euribor está permitiendo el inicio de una corrección del diferencial entre el índice y los tipos de interés a los que se financian las pymes, con estos datos, el estudio realizado por Cepyme calcula que la evolución propiciará que en el corto plazo las eventuales nuevas bajadas no se trasladen completamente a los tipos a los que se financia este sector.

Es una situación ahora de difícil corrección que refleja el riesgo percibido por las entidades bancarias en los préstamos a las empresas pequeñas y medianas. No obstante, durante el primer trimestre de 2024 se produjeron varios factores positivos, como las ligeras caídas de los costes operativos y de los tipos de interés de los nuevos préstamos bancarios.

Además de la debilidad de las ventas, el aumento de los concursos de acreedores y la nueva caída de la productividad, que dificultan la situación en la que se encuentran las pymes y es inevitable que los bancos lo tengan en cuenta. Puede resultar paradójico hablar de debilidad de las ventas, en los últimos cuatro trimestres, cuando éstas han crecido de manera estable alrededor del 3%.

Sin embargo, al analizar la evolución de las ventas utilizando una media móvil de cuatro trimestres, se observa que este crecimiento es el más bajo desde junio de 2021. Y, al ajustar las ventas nominales por la inflación, el incremento real de las ventas en el primer trimestre de 2024 es apenas del 0,5%.

En 2024, las ventas de las pequeñas empresas (3% interanual) superaron a las de las medianas (2,3%), lo opuesto a lo ocurrido en 2023. Sin embargo, tras la pandemia, solo las ventas de las medianas se han recuperado, mientras que las de las pequeñas siguen siendo inferiores a las del primer trimestre de 2019. La caída en la productividad ha aumentado el coste laboral por unidad vendida, reduciendo la capacidad de inversión de las empresas.

Así también, las pymes españolas siguen siendo de las menos rentables de la Unión Europea, con una ratio sobre ventas del 6,1%, situándose solo por encima de Italia y Croacia. Ya sea en materia de actividad, en ventas, empleo y creación de empresas así como de costes, las empresas medianas evolucionan de forma más óptima que las pequeñas. Esto se puede resumir explicando que las ventas de las firmas pequeñas, medidas en euros, son menores que hace cinco años, mientras que las ventas de las firmas medianas han crecido casi un 14%.

Si ponemos nuestro punto de atención solo en el empleo, a pesar de las altas cargas laborales y las ventas débiles, la ocupación se fortaleció en las pymes en España en el primer trimestre del año. De esta forma, el número de asalariados creció un 2,7%, aunque este incremento no se tradujo en más horas trabajadas, debido al aumento del absentismo que obliga a que se realicen contrataciones de reemplazo, lo que es más costoso para las pymes que para las grandes empresas.

Es así que el empleo en las empresas medianas creció un 3,8%, llegando a 2,72 millones de asalariados, y en las pequeñas subió un 2,2%, alcanzando 6,32 millones de trabajadores. Las solicitudes de nuevos préstamos de pymes vienen cayendo desde principios del 2023. Así como el número de asalariados de las pymes se incrementó un 2,7% interanual. Este crecimiento, por encima de las ventas (0,5% interanual) refleja que la productividad continúa en descenso.

El informe sostiene que la atonía de las ventas y el incremento de los asalariados encierra un desequilibrio económico grave. Los datos expuestos demuestran que la caída de los volúmenes vendidos, de media, por asalariado encadenan seis trimestres consecutivos con esta situación. Al mismo tiempo, respecto a la competitividad, solo se han recuperado las ventas de las empresas medianas.

También en este periodo, el número de empresas pequeñas disminuyó en 6.000 respecto al primer trimestre de 2019. A la vez que el número de empresas medianas, se ha incrementado en 2.200 compañías medianas. Es decir, hay 3.800 pymes con menos empleados que hace cinco años, lo que hace reflexionar acerca de la situación en la que se encuentra este sector empresarial que representa casi el 99,8% del tejido productivo con cerca de 11 millones de empleos.

Cabe destacar que según el informe Perspectivas España 2024 realizado por KPMG junto con la CEOE, las expectativas de crecimiento económico siguen siendo positivas, los empresarios españoles continúan preocupados por factores como la inseguridad jurídica (48%), la incertidumbre política (44%) y los cambios regulatorios (30%).

En el sector, se estima que cerca de dos millones de empresas necesitaron financiación en 2023; en el caso de las pymes, el 54,2% buscaron apoyo financiero en el último año. Este panorama evidencia que las empresas de menor tamaño después de cuatro años, todavía no se han recuperado por completo de las consecuencias de la crisis relacionada con la pandemia del coronavirus.

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