
El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones mantiene abierta y sin acuerdo la negociación con los agentes sociales para reformar la jubilación parcial. Los sindicatos observan cierta parálisis en una mesa de diálogo social que también trata la cotización de los contratos fijos discontinuos, el acceso a la jubilación anticipada por motivos de penosidad o toxicidad del trabajo o las condiciones para jubilarse más allá de la edad legal.
La jubilación parcial anticipada, que facilita la salida progresiva del mercado laboral y hace compatible el salario con un porcentaje de la pensión, es uno de los motivos por los que el acuerdo no llega. El Gobierno propone unas condiciones que no encajan, especialmente, entre los sindicatos: acreditar una carrera de cotización de 34 años (en vez de 33) para jubilarse anticipadamente.
La barrera pasa por el sesgo de género, ya que las centrales argumentan que al endurecer las condiciones se está penalizando a las trabajadoras. Por lo general, las mujeres cuentan con bases reguladoras inferiores o se han incorporado más tarde al mercado laboral.
También tratan el adelanto de la jubilación por motivos profesionales en aquellos casos concretos en los que un trabajador está en un puesto especialmente penoso, peligroso o tóxico y no tiene la posibilidad de recolocarse en otro puesto. La definición de los coeficientes reductores que adelantarían la edad de jubilación en estos supuestos, de momento, está en el aire. Se podrían beneficiar de esta reforma los conductores profesionales o las camareras de piso (conocidas como 'kellys').
Hay un amplio consenso para facilitar el acceso a la jubilación de los fijos discontinuos con actividad periódica o intermitente, aquellos trabajos de profesiones como la hostelería o el campo que, por la condición de actividad de sus profesiones, trabajan por temporadas. El Gobierno se ha comprometido a recuperar el coeficiente de parcialidad del 1,5 para estos trabajadores, de manera que cada día cotizado computará como uno y medio.
El representante de CCOO, Carlos Bravo, ha manifestado que hay señales de avance y de preocupación en la negociación. "De momento, tanto los elementos de avance como los de preocupación nos hacen tener dudas sobre que esa cuestión [llegar a un acuerdo antes del 31 de julio] se pueda plantear, pero vamos a trabajar en los próximos días para poder ver si es posible alcanzar un acuerdo", ha afirmado el secretario de políticas sociales de CCOO, Carlos Bravo.
El departamento de las pensiones ha ido facilitando sus propuestas de forma verbal y también por escrito. En esta reunión, ha presentado algunos textos y se ha comprometido a enviar un borrador completo a los agentes sociales. "Tenemos que ver punto por punto, [...] hemos quedado emplazados a una nueva reunión el próximo lunes 29 de julio", adelantó la secretaria de política institucional de UGT, Cristina Estévez.