Economía

Adiós al pequeño ultramarino familiar, las grandes cadenas toman posiciones

Julia R. Arévalo

Nueva Delhi, 9 ene (EFECOM).- El negocio tradicional de distribución, regentado por una familia, destartalado, mal surtido pero cercano al consumidor, tiene los días contados en la India ante el avance imparable de las modernas cadenas de distribución, que van tomando posiciones en un sector que crece al ritmo acelerado de la economía india.

Para el ministro de Comercio, Kamal Nat, el sector minorista "se encamina hacia una revolución" necesaria, pues la India "no puede dejar pasar el potencial" que tiene como mercado de consumo y su atractivo para los inversores nacionales y extranjeros.

En un mercado en el que un supermercado al estilo occidental es una rareza y el apego a una marca un imposible, la distribución está en manos de 15 millones de pequeños comerciantes que suplen la falta de suministros regulares y de equipamiento y medidas sanitarias en sus locales con una atención muy cercana al consumidor, al que sirven a domicilio.

En rueda de prensa, el ministro admitió hoy que el reto es integrar adecuadamente el concepto moderno de distribución en un mercado como el indio y alcanzar a 700 millones de potenciales consumidores.

Según Nath, el Gobierno prevé que las cadenas de distribución generen de 10 a 15 millones de empleos, dos millones y medio de ellos directos, en los próximos cinco años y que muevan 45.000 millones de dólares para 2010.

El ministro, además, apostó por el "made in India" antes de abrir el sector a los inversores extranjeros, que ya lo están intentando pues el país "es capaz de crear sus propias marcas" y de conseguir que sean "reconocibles en todo el mundo".

Nath presentó un informe que revela que el mercado minorista movió 270.000 millones de dólares en 2006, de los que sólo un 4,6 por ciento (12.400 millones de dólares) fue negocio del "sector organizado", como se llama en la India a las cadenas de distribución.

Las cadenas se han metido sobre todo en los pequeños segmentos de relojería (copan el 45,6 por ciento) y calzado (37,8%), y están avanzando en el de ropa y accesorios, el segundo más importante en la India con un valor de 25.500 millones de dólares, de los que el "sector organizado" controla casi el 19 por ciento.

Sin embargo, el gran mercado de la alimentación sigue dominado en un 99,2 por ciento por las pequeñas "kiranas" o ultramarinos familiares, que movieron 167.000 millones de dólares en 2006.

Este es el mercado que quieren atacar primero los grandes conglomerados indios como Reliance Industries, que en noviembre pasado abrió en la meridional Hyderabad (4 millones de habitantes) las primeras once tiendas de la que será su cadena de alimentación, "Reliance Fresh".

El informe presentado por Nath calcula que, para 2011, la India tendrá 1.200 hipermercados frente al medio centenar actual, además de 3.000 supermercados, el doble que ahora, y que hará falta una inversión de 25.000 millones de dólares, frente a los 2.000 millones invertidos en la última década.

"El juego del mercado minorista se jugará en 2007", asegura el informe, un año en que se prevé un crecimiento del 37 por ciento para el "sector organizado", seguido del 42 por ciento en 2008.

Sólo Reliance tiene previsto invertir 5.500 millones de dólares en el próximo lustro en su nueva cadena, con una previsión de ingresos de 25.000 millones.

El proyecto de Reliance incluye el control de la producción, el suministro y la distribución del producto y prevé la apertura más adelante de hipermercados y grandes almacenes.

Otros gigantes indios como Tata se están metiendo también en el negocio minorista aprovechando que, de momento, el Gobierno mantiene casi cerradas las puertas a multinacionales extranjeras.

Pero, como revela el informe presentado hoy, si no pueden entrar por la puerta principal, las grandes multinacionales lo harán por la trasera como ha sido el caso de la estadounidense Wal-Mart, que en noviembre pasado se unió en "joint-venture" con la india Bharti Enterprises para "explorar oportunidades" en el mercado indio.

De momento, la inversión directa extranjera en el comercio "al detall" está limitada a los establecimientos de marca única, y con un tope del 51 por ciento, lo que obliga a los gigantes multi-marca como Wal-Mart a buscar otras fórmulas de acceso.

La intención del Gobierno, a juzgar por las palabras de Nath, parece ser abrir el mercado de forma selectiva a la inversión extranjera, en segmentos que no puedan asumir los inversores indios como puede ser el de la electrónica. EFECOM

ja/prb

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