Economía

El "eventódromo" Bernabéu supera los 90 decibelios, el doble de lo permitido por la ley

El nuevo estadio Santiago Bernabéu. Archivos.

"Hay quien se ha puesto ventanas nuevas, quienes bajan las persianas y hasta quienes duermen con tapones", son las medidas que, según el presidente de la Asociación Vecinal Perjudicados por el Bernabéu, Enrique Martínez, muchos convecinos se han visto obligados a adoptar para poder conciliar el sueño. Desde que el estadio del Real Madrid llevara a cabo su nueva remodelación y se convirtiese en un "eventódromo", los residentes del popular barrio de Chamartín han pasado de cantar goles, como acostumbran desde la inauguración del feudo madridista en 1947, a tener pesadillas a ritmo de música pop o reguetón con Alejandro Sanz, Taylor Swift o Duki, quien actuó este pasado sábado 8 de junio.

Martínez repite una y otra vez la misma cifra: "90". El límite de decibelios (dBA) transmitidos al medio ambiente durante conciertos o espectáculos está fijado en 63 durante el día y 53 durante la noche para espectáculos, según recoge la Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica (OPCAT), aunque, el propio documento argumenta que hay que exceder la emisión en más de cinco dBA para poder considerar vulnerada la normativa. 90 son los dBA que la dirección de la Asociación Vecinal asegura que registra en cada actuación en el Bernabéu y añade que "las mediciones las realizan empresas especializadas con valor probatorio judicial, no los vecinos desde sus casas".

El ruido duplica la normativa: 90 dBA

Al ser preguntado por el Ayuntamiento, Martínez se ruboriza. La administración de Almeida ha multado recientemente con hasta 20.000 euros a algunos de los promotores de los conciertos en el nuevo Bernabéu. Para Martínez es, literalmente, "una broma", además de un "sinsentido". El presidente de la Asociación no ve lógica en la sanción: "¿Qué sentido tiene que se multe a los músicos y no a la discoteca" y reivindica que lo que buscan no son sanciones sino "clausurar esa macrodiscoteca no insonorizada". Sin embargo, fuentes oficiales del área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Gobierno de Almeida, por su parte, han manifestado a este periódico que "las actuaciones no podrán paralizarse, aunque incumplan la normativa del ruido" y añaden que "los hechos acaecidos presuntamente constitutivos de infracción ya han finalizado".

"Si Almeida no atiende a los vecinos, es conocedor de las ilegalidades y las tolera, permítanos creer que está al servicio de otros intereses", argumenta el presidente de la Asociación Vecinal

A Martínez le entra la risa al escuchar el testimonio del Ayuntamiento. A pesar de que desde la administración garantizan que "se han realizado mediciones y escuchado las quejas de los ciudadanos", la Asociación Vecinal mantiene que "están completamente olvidados y que en ningún caso han atendido sus peticiones". Además, critican la postura de la municipalidad: "Si Almeida no atiende a los vecinos, es conocedor de las ilegalidades y las tolera, permítanos creer que está al servicio de otros intereses" y pregunta "¿quién le impide aplicar la ley?".

A juicio

En la ecuación falta el Real Madrid. El pasado 23 de mayo el Juzgado de lo Contencioso- Administrativo número 30 de Madrid dio ya la razón a la Asociación Vecinal y anuló la autorización para la construcción y explotación de dos nuevos aparcamientos con 1.864 plazas adjudicados por contrato público a Real Madrid Estadio SL, uno en el Paseo de la Castellana y otro en la calle Padre Damián. Ante la sentencia, el Ayuntamiento de Madrid, al que se le ha asignado las costas del procedimiento, estudia recurrirla ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM).

El club blanco, que no ha respondido a las preguntas de elEconomista.es, ha decidido ahora reforzar el estadio con material fonoabsorbente para paliar las emisiones acústicas. Sin embargo, Martínez asegura que "eso no bastará", y anticipa que cuando estén preparados y tengan toda la documentación irán a los juzgados a "defender su dignidad". Asimismo, con tono confiado, añade: "La justicia ya nos ha dado la razón una vez, está no va a ser menos".

Mientras el Ayuntamiento reconoce la infracción durante los eventos extradeportivos, los vecinos "huyen los días de concierto" de sus casas, tal y como apunta el presidente de la Asociación Vecinal. El ruido ha copado todos los focos sobre las consecuencias del uso del nuevo estadio Santiago Bernabéu, no obstante, no es el único escollo derivado. Enrique Martínez afirma que la salud es la gran damnificada hasta el momento; en la zona residen "unos 5.000 niños" que actualmente conviven con "problemas de migrañas e insomnio". Los días de concierto el júbilo, sumado al consumo de alcohol, que contagia a los visitantes les desprende de cualquier tipo de responsabilidad cívica. "Hacen sus necesidades en la calle, en los portales o en las sucursales de bancos", indica Martínez, quien asevera que al barrio se le está sometiendo a una "degeneración indigna".

Los recientes conciertos en el Bernabéu de Taylor Swift se estima que dejaron en Madrid alrededor de 25 millones de euros entre hoteles, restaurantes, transportes y souvenirs en dos días. En la otra cara de la moneda los residentes del barrio perdieron cinco días de sueño, sumando a las actuaciones, los días de ensayos y pruebas de sonido. La ciudad continúa atrayendo turismo, y ocio, pero no a gusto de todos, Martínez critica que lo primero son los ciudadanos y no "convertir a Madrid en un centro temático". No obstante, será la justicia la que, tras tramitarse las denuncias de la Asociación de Vecinos, dirimirá si se está vulnerando o no la vida de los madrileños.

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