Economía

Desregulación y aranceles frente a Asia, objetivos de la extrema derecha

  • Von der Leyen tiende la mano a los ultraconservadores de Giogia Meloni
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
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Las alianzas entre formaciones políticas tras las elecciones europeas del próximo 9 de junio protagonizan uno de los principales debates de estos comicios. La principal disyuntiva radica en si abrir la puerta a los pactos con la extrema derecha en una convocatoria a las urnas en la que las encuestas anticipan un alza en el voto a estas formaciones. Los principales partidos ultraconservadores llevan por estandarte una llamada a la desregulación y un incremento de las barreras a los productos procedentes de China y han hecho suyas las proclamas de los agricultores en rechazo al Pacto Verde Europeo.

Las últimas convocatorias de elecciones en los diferentes Estados miembro han evidenciado cómo las fuerzas de ultraderecha han ido ganando peso en los Gobiernos, a excepción de países como España o Alemania. Y los comicios de junio representan una nueva posibilidad, en este caso, en el Parlamento Europeo. Si bien los candidatos (spitzenkandidat) socialistas, Nicholas Schmit; liberales, Sandro Gozi; de izquierda, Walter Baier; y los Verdes, Terry Reintke; se han rechazado cualquier avenencia con las fuerzas ultraconservadoras Identidad y Democracia (ID) y el grupo de Conservadores y Reformistas (ECR), la candidata popular abría tendía la mano a esta última formación, vinculada a los Hermanos de Italia de Giorgia Meloni y Vox.

En su programa, los grupos de ultraderecha rechazan la "sobrerregulación" de la UE. No solo la consideran "innecesaria" sino que argumentan que repercute negativamente en el mercado único y en la competitividad del bloque, según el programa de ERC. En un debate precampaña que tuvo lugar esta semana, el aspirante de ID, Anders Vistisen, defendía eliminar "las directivas dañinas" que "destruyen puestos de trabajo". En un paso más, abogó por un "mercado tan libre como sea posible" para lo cual "la simplificación es la manera de avanzar", dijo en relación a la reducción de barreras administrativas que defienden ambos partidos, también aplicado al sector agrícola.

Las relaciones con China son un elemento tangencial a las políticas proclamadas por la extrema derecha. Vistisen ha advertido que China supone una amenaza. "Nos hemos dormido. Nuestra industria está sufriendo", alertó para pedir que se haga retroceder la influencia de China. Su sombra pone en riesgo, a su juicio, las infraestructuras críticas de la UE y debe alejarse al régimen de Xi Jinping de las plataformas de redes sociales que utilizan los niños, dijo el aspirante de ID en relación a la red social del gigante asiático, TikTok.

El grupo en el que se integran Meloni y Vox pide una respuesta "firme" ante las prácticas anticompetitivas, para reducir riesgos frente al gigante asiático. Ambos grupos son partidarios de utilizar los mecanismos defensivos de la Organización Mundial del Comercio (OMC) frente a Pekín.

"China no es un régimen amistoso. Debemos utilizar todo nuestro arsenal en la OMC para limitar el impacto de China en Europa", aseveraba el candidato de ID. Tampoco coincide en la forma en la que se organiza el presupuesto comunitario actualmente y reclama que se devuelva "a los contribuyentes su dinero". Además, rechaza nuevas emisiones de deuda para financiar las inversiones necesarias para los próximos cinco años para no comprometer el futuro de las siguientes generaciones.

Pelea por la tercera plaza

Si las encuestas dan a los populares europeos el liderazgo en intención de voto también revelan un impulso para la extrema derecha que competirá frontalmente con los liberales por convertirse en la tercera fuerza política. Ursula von der Leyen, que aspira a revalidar en su cargo como presidenta de la Comisión Europea, se ha ido alineando progresivamente con una línea más dura de los populares europeos. La que fue ministra de Defensa con el Ejecutivo de Angela Merkel abría la puerta, esta semana, a apoyarse en el partido de la ultraconservadora Giogia Meloni.

"He trabajado muy bien con Giorgia Meloni en el Consejo Europeo, como con el resto de mandatarios, que es mi tarea. Es claramente pro-europea, ha sido muy clara contra Putin y pro-Estado de Derecho. Si se mantiene ofrecemos trabajar juntos", señalaba la alemana en el debate entre candidatos que tuvo lugar el jueves en la Eurocámara. Dibujaba sus líneas verdes y rojas: pactará con fuerzas "pro europeas, antiPutin y defensoras del Estado de Derecho". Con este mensaje la candidata popular alejaba alianzas con ID, y por tanto, con Alternativa por Alemania (AdF) o la Reagrupación Nacional de Marine Le Pen. La formación encarna la postura más extrema de la extrema derecha no está exenta de escándalos internos.

Esta misma semana, el grupo ID excluía a Alternativa por Alemania de entre sus integrantes por los escándalos que han afectado a su cabeza de lista. El último de ellos, las declaraciones de Maximilian Krah en las que afirmaba que no todo aquel que vistió el uniforme de las SS era un criminal.

La principal afectada de una mayor participación de la extrema derecha en el Parlamento Europeo será, con toda probabilidad, la política migratoria. La tolerancia cero contra la migración ilegal por la que se inclinan los grupos ultraconservadores ha obligado a la propia Von der Leyen a endurecer su discurso. Si en 2020 hablaba de salvar vidas humanas, una línea que sigue actualmente el candidato socialista, su discurso ha ido virando hacia el de no permitir que los traficantes de personas decidan quien entra en la UE.

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