
La inestabilidad económica y política del país, con varios golpes de Estado militares en los últimos años y sin un Ejecutivo estable que normalice el país, ha provocado una concatenación de acontecimientos que le han llevado a ser objetivo habitual de las milicias de la región, filiales de Al Qaeda y del Estado Islámico, provocando una importante crisis migratoria. Y a eso se le suma el desequilibrio financiero y comercial por el que atraviesa el país y que no termina de relanzar el PIB nacional.
En 2021, Burkina Faso ingresó casi 8 mil millones de euros solo con exportaciones de oro. Un sector, el de los metales preciosos, más que asentado en el pequeño país africano (otros casi 315 millones de dólares en exportaciones de zinc) junto con el del algodón y el cuero. Todo como principal destino Europa y Asia.
Pero, con la reestructuración económica y de comercio que están llevando a cabo las autoridades de Burkina Faso, el sector del 'dorado' se ha llevado la peor parte. Según anunciaba hace unos días el Ministerio de Energía y Mina de Burkina Faso, el país suspende la exportación de oro y otros metales preciosos de producción artesanal y semimecanizada (MAPE) para 'organizar mejor la comercialización', según las mismas fuentes.
Es por eso que ya está en marcha el proyecto planetGold, un programa en consenso con el Gobierno burkinés que pretender abrir accesos a los mineros hacia las financiaciones y los mercados del oro internacional y ofrecer la formación y educación adecuada para los trabajadores de MAPE.
Un ascenso dorado en 10 años
La tradición minera de Burkina Faso ha llevado al país ha convertirse en uno de los principales mercados de oro del mundo, no en vano ocupa el puesto número 13 en la lista 'Ranking de los principales países productores de oro a nivel mundial en 2023', según la solución web analítica Statista, con unas exportaciones de 60 toneladas durante el pasado año.
Con todo el país africano resulta una gran potencia económica dentro del sector, pues hace poco más de 15 años apenas ocupaba el puesto número 58 según el British Geological Survey, con unas exportaciones que tan solo llegaban a 1,5 toneladas.
Ahora, Burkina Faso es el cuarto mayor productor de oro de África, en plena fiebre dorada y con un territorio lleno de yacimientos de oro aun por explotar. Sus principales compradores: Suiza, India, Ruanda, Emiratos Árabes Unidos e Italia.
De hecho, la industria minera artesanal ha crecido hasta tal punto en la última década que las estimaciones del gobierno del país indican que esta ha crecido incluso por encima del sector industrial.
Aun así, la minería artesanal y a pequeña escala (MAPE) suele darse de manera ilegal, sobre todo en países en vías de desarrollo como es el caso de Burkina Faso, de ahí a la determinación de las autoridades burkineses de paralizar esas exportaciones con el fin de culminar la reestructuración comercial tan necesaria en el país.
"Durante este periodo de suspensión, los actores mineros que tengan cantidades para exportar deben contactar con la Sociedad Nacional de Sustancias Preciosas (SONASP), que se encargará de pagar por ello", ha dicho el ministro de Energía, Yacouba Zabre Gouba.
Actualmente más de 400.000 personas trabajan en MAPE, el 90% de los mineros MAPE carecen de la formación adecuada y 440 espacios tienen licencia de actividad MAPE; un sector que exporta anualmente alrededor de 60 toneladas de oro, según datos de 2023.
Programa planetGold
"planetGOLD en Burkina Faso está trabajando para eliminar el mercurio en el sector de la MAPE mejorando la disponibilidad de tecnologías sin mercurio, acortando la cadena de suministro de oro y aumentando el acceso directo de los mineros artesanales y en pequeña escala al mercado internacional", tal como reza la descripción en la propia página web del proyecto que, acorde con los permisos y autorizaciones de las autoridades de Burkina Faso, busca el crecimiento de las políticas que apoyen el fortalecimiento de la industria MAPE.
Aunque se trata de una iniciativa que no solo se lleva a cabo en Burkina Faso sino también en otros países africanos y suramericanos como, por ejemplo, Uganda, Costa de Maril, Ghana, Colombia, Honduras y Perú, con el fin de que "la minería de oro a pequeña escala sea más segura, limpia y rentable".