
El cambio climático representa la mayor amenaza y el mayor desafío global de este siglo. Un reto complicado y al que cada vez se intentan poner más soluciones. Por lo pronto, uno de los mayores problemas es el crecimiento del nivel mal como resultado del deshielo de los polos. La consecuencia: la posible desaparición de municipios y ciudades de todo el mundo que podrían quedar sumergidos bajo el agua de aquí a unos años.
Así, Ámsterdam y Venecia serían de las primeras urbes en ser 'devoradas', mientras que, en España, los expertos señalan la zona del Golfo de Cádiz, donde además de la capital gaditana se encuentran también ciudades como Rota, Sanlúcar de Barrameda, Mazagón y la capital onubense, Huelva.
Ya de por si se trata de una región en continua alerta por tsunamis, como el ocurrido en 1755 y tras el conocido terremoto de Lisboa, pero las provincias de Cádiz y Huelva serían de las más afectadas, en donde el agua del mar podría aumentar en 24 centímetros para el 20250 y casi 40 en 2080, según uno de los informes más recientes de Naciones Unidas. Aunque la localidad más afectada del país sería Tenerife con una crecida de 26 centímetros en apenas 25 años.
A su vez, el Instituto Español de Oceanografía y el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados ha confinado el crecimiento del nivel del mar, recordando que hasta 2029 este crecía a un ritmo de 1,6 milímetros al año, pero desde entonces lo hace a 2,8 milímetros.
La Flecha: 3.000 centímetros al año
La antítesis a esta gran amenaza se encuentra casualmente también en Huelva, donde se ubica la única zona de España, y quizá también del mundo, que le gana terreno al mar año tras año. Se trata de una 'lengua' de arena en las costas onubenses y perteneciente al municipio de Lepe (en disputa también con la localidad vecina de Cartaya), conocida popularmente como La Flecha por su forma alargada y puntiaguda.
Sus 12 km en la playa del Rompido, una de las pocas playas vírgenes que aún quedan en las costas andaluzas, es el principal atractivo de la zona que, año tras año, aumenta su impacto económico. Una zona, además, de importante valor ecológico y con una vegetación destacada por el junquillo, el cardo marítimo y la azucena de mar, y de una inmensa diversidad con grandes áreas de marismas, el paraje natural por excelencia de Huelva.

Pero, para que el 'cinturón' de La Flecha crezca año tras año, lo hace al ritmo de unos 30 metros anuales, hay que destacar que esta 'lengua' está formando por aportes de materiales del río Piedras, que desemboca en el mar Atlántico a través del estrecho formado por La Flecha y la playa del Rompido, y por sedimentos de los vientos de poniente y de suroeste.
Con todo, hace más de 60 años, La Flecha tenía unos 900 habitantes dedicados a la pesca del atún en el complejo Real de la Almadraba de Nueva Umbría, hoy abandonado, pero incluido en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz.
Un 25% más de turistas
Con grandes competidoras en la región, como Sevilla, Córdoba o Granada, Huelva se ha consolidado como destino turístico, y no solo de turismo de sol y playa, sino también gracias a todo su patrimonio cultural que hace que la provincia haya acogido durante el pasado 2022 más de 3 millones de turistas, según el INE, a la espera de conocer los datos de 2023. No obstante, las cifras de 2022 ya suponen un crecimiento de más del 25% respecto de los datos de 2019, justo antes de la pandemia.
Durante el 2023 la economía de Huelva creció algo más de un 2% y, aunque para este 2024 se espera una ligera ralentización, aún queda margen para un crecimiento del 1,5%, tan solo un 0,1% más que las previsiones para Andalucía. Y es precisamente el sector turístico el responsable de ese desarrollo que cubre las caídas de producción de otras industrias como la agroalimentación y la agricultura, en descenso en los últimos años debido a las sequías temporales que año tras año afectan a la región.
En la línea, las buenas noticias para Huelva tocaron techo el pasado mes de agosto, cuando el INE registró el récord de casi 177.000 viajeros en la provincia, cifra máxima para el mes estival y que implica un 8% respecto al 2022 y un 7,9% comparado con 2019.

En casi un 80% se trata de turismo nacional que acude a la provincia onubense en busca de las playas de Punta Umbría, Isla Cristina, Matalascañas y el Rompido, aunque buena parte está cada vez más interesada en el patrimonio arqueológico de la región. De hecho, uno de sus municipios, Almonaster la Real, está incluido en la lista de los Pueblos más bonitos de España, título que también confirmó hace unos años la publicación británica The times.
Y junto Almonaster la Real destaca la Gruta de las Maravillas en Aracena, la Aldea del Rocío (lugar de peregrinación continuo), las Minas del Río Tinto, el enclave arqueológico de Arucci-Turóbriga, en la localidad de Aroche, y el Muelle de las Carabelas, ubicado en la Rábida como homenaje a la salida de Cristóbal Colón hacia América en 1492.