Economía

Así ha salvado la tecnología a la economía de Taiwán tras el 'asedio chino' (y no ha sido por los chips)

  • Ha logrado el mayor superávit de su historia del 57%
  • Su PIB depende al 70% de las exportaciones
  • Se enfrenta a unas elecciones clave este sábado

China ha proclamado abiertamente que Taiwán es su principal objetivo. Desde Pekín no esconden su rivalidad con la isla y saben que tiene un punto débil. Esta vulnerabilidad no viene de sus defensas naturales, ni su ejército, se trata de una economía totalmente dependiente del exterior y, particularmente, del gigante asiático. Las exportaciones representan cerca del 70% del PIB de Taiwán y las ventas a China suponen, históricamente, el 40% de todo su comercio.

En ese sentido, un despertar económico de China a medio gas y la creciente tensión entre las dos partes hizo crecer las preocupaciones de un golpe devastador. Esto se suma a que los altos tipos de interés y la promesa de una desaceleración económica mundial han sacudido a algunas de las grandes potencias exportadoras del mundo, como Alemania. Esta combinación prometía un futuro complicado para Taipei. Sin embargo, los últimos datos han mostrado cuan equivocado estaba el mundo.

Las ventas de Taiwán a China se han desmoronado hasta representar solo el 35% del total, el nivel más bajo en más de 21 años. Incluso con ese lastre, 2023 ha sido el tercer mejor año exportador de toda la historia con más de 432.480 millones de dólares. Estas han sido peores que las de 2022, cuando la fiebre de la IA desató las ventas salvajes de su potente industria de semiconductores. También ha sido peor que 2021, cuando la crisis de suministros provocó que los precios y la demanda de chips se disparase respecto a los años anteriores. Sin embargo, esta vez el producto estrella de la nación asiática ha pinchado con una importante caída y ha sido otra fuente de ingresos la que ha permitido que se mantenga en los niveles de su 'era dorada'.

La industria de componentes electrónicos cayó un 10,7% respecto al año anterior situándose en los 166.620 millones de dólares. Sin embargo, las ventas de la industria de comunicaciones, audio y vídeo, se han disparado un 28,9%, convirtiéndose en el segundo pilar de su economía con 83.360 millones de dólares, la mayor cifra de toda su historia. Desde S&P Global destacan el empuje de las empresas de despliegue de 5G que, junto con otras tecnologías como el 4G o el internet de las cosas, están teniendo una rápida expansión. Pero el secreto ha sido el audio y video, con el hardware relacionado con el mismo expandiendo sus negocios.

Es difícil distinguir el éxito del sector de la comunicación, audio, video y los semiconductores (la base sobre la que se construye la Inteligencia Artificial). El motivo es que las empresas locales suelen estar en todos estos negocios al mismo tiempo. Un ejemplo de esto es Mediatek, una de las grandes protagonistas de la industria taiwanesa en 2022 debido a sus diseños de chips, pero que ese año está sosteniendo sus ingresos sobre las ventas de teléfonos móviles tras aumentar un 19% las mismas y sobre a una mayor demanda de sus productos 4G y 5G.

"Está habiendo un claro impulso de estos sector por la creciente demanda de productos relacionados con la IA como servidores y tarjetas gráficas"

Pero los expertos coinciden en que la fiebre de la Inteligencia Artificial es la que sigue dando alegrías a Taiwán. "Está habiendo un claro impulso de este sector por la creciente demanda de productos relacionados con la IA como servidores y tarjetas gráficas" explica Rajiv Biswas, economista jefe de Asia Pacífico, S&P Global Market Intelligence. En definitiva esta tecnología de audio, video y comunicaciones está siendo el factor clave para 'salvar' su balanza comercial. Aunque directamente no haya relación, porque no se trata de productos directos para sostener su tecnología, la demanda de IA está dando alas a negocios paralelos.

Los expertos de BCA Research señalan que la pujanza de Taiwan ha sido una gran sorpresa para los mercados, que esperaban que diciembre cerrara con una subida del 5,6% frente al 11,8% que ha acabado sucediendo. Los analistas creen que esto ha sido gracias a la capacidad de encontrar nuevos clientes en la propia Asia y al otro lado del Pacífico mientras China va recortando sus compras. En particular destaca el caso de Estados Unidos cuyas compras de productos 'made in Taiwan' se dispararon cerca de un 50%, mientras que Japón, Singapur y Malasia aumentaron a doble dígito sus importaciones.

Resiste la era dorada, pero con dudas

En cualquier caso, gracias a este resistencia exterior Taiwán está siendo capaz de mantener un crecimiento del PIB claro, aunque no está escapando de la desaceleración que aqueja al mundo. Tanto el Gobierno de la isla como el Fondo Monetario Internacional esperan que el crecimiento del PIB se ralentice hasta el 4% desde el 2,6% logrado en 2022 y el potente 6,6% de 2021, cuando rebotó tras los estragos del coronavirus.

La economista Min-Hua Chiang del Centro de Estudios Asiáticos, explica que Taiwán se enfrenta a un momento histórico para su economía debido a la amenaza de China. El país llevaba años incrementando el gasto público dedicado al bienestar social llegando del 9% en los años noventa al 27% en 2022. "Mientras hacía esto ha ido reduciendo claramente el gasto militar que, en el mismo periodo, ha pasado del 24% al 16%". Sin embargo, la amenaza de una guerra de China lo ha cambiado todo y debe reorientar sus gastos mientras cambia por completo su estrategia hacia el exterior.

"El gran crecimiento de Taiwán vino de exportar bienes de consumo final a EEUU y bienes intermedios a China, ahora necesita encontrar otro modelo de crecimiento mientras la población envejece", explica la experta. En ese sentido señala que la IA y la potente demanda de microprocesadores le dio un gran impulso en ese arduo camino en los años anteriores, pero ahora debe centrarse en nuevos clientes y en el florecimiento de nuevas industrias.

"Taiwán tiene una posición financiera muy sólida basada en potentes superávits de entre el 10% y el 15%"

Desde BNP Paribas definen, en cualquier caso, este cambio en su PIB como una remontada debido a que el año comenzó en recesión. Al margen de los vientos exteriores, el factor fundamental de su economía, el país tuvo que subir tipos de interés hasta 1,87% y espera que la inflación pueda volver al 2% en 2024 desde un 3,6% en 2022. Esta situación ha provocado, según el banco francés, "una demanda interna estancada". En cualquier caso, los analistas del banco explican que el país cuenta con importantes "escudos económicos" si su economía se resiente por las exportaciones. "Taiwán tiene una posición financiera muy sólida basada en potentes superávits de entre el 10% y el 15% en la última década". Además cuentan con "una deuda pública y externa moderada y una reserva de divisas muy cómoda (565.000 millones de dólares)".

Este año no es solo que no haya sido diferente respecto a ese superávit comercial, sino que Taiwán ha podido expandirlo hasta cifras completamente históricas debido a un retroceso del 6,5% de sus exportaciones. La diferencia entre lo que compra y lo que vende se ha disparado un 127% respecto al año anterior, situándose en los 11.100 millones de dólares en diciembre y 80.000 millones en el total del año. Esto quiere decir que en 2023 ha logrado cerrar como el año con mayor balanza comercial de su historia con 56,9%, según afirmó el ministerio de Economía de la isla.

Unas elecciones clave: "Guerra o paz"

Ahora, con un 2023 en el que han sobrevivido a una 'desconexión' China, el país se enfrenta este sábado a unas elecciones históricas que pueden marcar el rumbo tanto de su economía como del mundo. Taiwán no solo es la décimo sexta economía más grande del mundo sino que las industrias que lidera y su posición geográfica (para las cadenas de suministro) son fundamentales para las industrias del mundo.

Con tres candidatos en la carrera por el poder, China ha hablado abiertamente de los resultados en los comicios como una disyuntiva en el conflicto entre ambos. Zhang Zhijun, jefe de la Asociación China para las Relaciones a través del Estrecho de Taiwán habló abiertamente de que la votación supone una elección "entre la paz y la guerra y la prosperidad y la decadencia". En el discurso de año nuevo de Xi Jinping, el mandatario reiteró que la "reunificación" es algo inevitable, aunque no mencionó las elecciones.

El candidato del partido en el Gobierno (Partido Progresista Democrático o PPD), el vicepresidente Lai Ching-Te, insiste en la tradición de su partido de una ferviente oposición a la China continental y de hecho ha acusado a China de interferir en el proceso. Por su parte el segundo candidato, Hou You-yi, pertenece al Kuomintang tiene una postura mucho más próxima a China hablando de incrementar el diálogo con su vecino y el comercio para garantizar la estabilidad. El líder ha descartado conversaciones de reunificación, pero su partido considera que Taiwán forma parte de China y que el líder de su formación anunciara que unir sus caminos "es una posiblidad para Taiwán", tras reunirse con Xi JinPing.

Esta disyuntiva entre la 'guerra o la paz', como plantea China, tiene un alto precio para el mundo. Según las estimaciones de Rhodium Group, un bloqueo al país puede suponer un golpe de 2 billones de dólares para la economía mundial. Por su parte, desde Bloomberg Economics creen que un conflicto en el que acabe entrando EEUU le puede hacer que la 'factura' de la guerra escale hasta los 10 billones de dólares.

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