
Las reverberaciones del primer Pleno del año del Congreso de los Diputados llegan a Bruselas y vuelven aplicadas al cuarto pago del plan de Recuperación. La imposibilidad del Gobierno de sacar adelante la reforma del subsidio por desempleo podría repercutir directamente en los 10.000 millones de euros asociados al cuarto desembolso de fondos Next Generation. Bruselas podría aplicar un pago parcial en caso de que no se complete la reforma comprometida.
Lo que estaba en juego ayer era la convalidación de varias reformas a las que España se comprometió con la Comisión Europea en el marco del Plan de Recuperación para acceder a los 10.021 millones de euros del cuatro tramo de fondos. Una de las más relevantes es la reforma del subsidio por desempleo. El hito según figura en el Plan de Recuperación requiere de su "entrada en vigor" para efectuar el pago. A efectos prácticos implica que estar en marcha no solo aprobado. Pero el Gobierno tiene todavía margen para re negociarlo y poner en marcha otro Real Decreto, la próxima semana, con plazo para darle luz verde.
También estaban pendientes otras medidas amparadas en ese real Decreto-ley 6/2023, de 19 de diciembre, en materia de Justicia, función pública o régimen local. El Gobierno llegaba a este pleno extraordinario sin tener los apoyos claros. Podemos confirmó lo que avanzó el fin de semana: votó en contra de la reforma del subsidio por desempleo. La decisión de Bruselas dependerá también de si el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, convoca un nuevo Consejo de Ministros extraordinario.
Si España no cumple con lo acordado con la Comisión Europea, se arriesga a un pago parcial del cuarto desembolso. No es la primera vez que el Ejecutivo comunitario adopta una decisión en este sentido, lo hizo con el primer pago de Lituania o con el tercer pago de Italia. Consideró que Roma no había cumplido con uno de los objetivos y rebajó 519,5 millones del desembolso. Entregó así 18.500 millones tras meses de negociaciones con el Ejecutivo italiano, lo que dilató, por otro lado, la llegada de financiación.
Lituania, con un plan mucho más modesto que el español o el italiano, estrenó el sistema de pagos parciales en su primer tramo. La Comisión consideró que se habían cumplido 31 de los 33 hitos y objetivo y suspendió parcialmente el desembolso para darle tiempo para cumplir con las reformas fiscales.
En general, la Comisión Europea cuenta con dos meses para evaluar si un país cumple satisfactoriamente los hitos y objetivos asociados a un tramo. El pago parcial es una manera de dar a los países tiempo para finalizar reformas e inversiones, pero también extiende el plazo de entrega de la financiación.
Ante sucesos "adversos" o "inesperados" que propicien deficiencias en la implementación de los planes de Recuperación, la Comisión tiene margen para aplicar suspensiones totales o parciales de los pagos, dice la regulación europea. En caso de que existan problemas de implementación para uno o más hitos y objetivos, podrá aplicarse un pago parcial.
Posibilidad de subsanar
Es importante que los Estados miembros pueden subsanar la situación. Tras la suspensión de pago, los países cuentan con seis meses para corregir las deficiencias asociadas a los hitos y objetivos pendientes y acceder a la cuantía pendiente de ese desembolso.
Pocos días antes de Navidad, España remitió a Bruselas la cuarta petición de pago. Lo hizo a escasos días de que se acabara el plazo, a finales de año. Varias reformas pendientes, como la del subsidio por desempleo, desembocaron en un retraso frente a las previsiones iniciales que agendaban esta petición para el primer semestre del 2023.