
A las puertas de un nuevo año con menos ayudas, la escalada de precios amenaza con dejar indemnes a muy pocos sectores.
A pesar de que todo apunta, según las previsiones del Banco de España, a que la inflación general caerá a partir de la segunda mitad del año -y que se situará entorno a un 2,7% en la zona euro, según el Banco Central Europeo- el 2024 arrancará con subidas en telecomunicaciones, peajes, vivienda y electricidad. En algunos sectores estas subidas de sus tarifas se explican por el fin de las ayudas del paquete anticrisis del Gobierno.
Energía y carburantes
El sector energético empieza el 2024 con una subida del IVA de la luz a un 10%. Además, del fin a la rebaja fiscal del gas, que pasarán a un 10% en el primer trimestre del año y acabará en un 21%. Esto hará que de cara al próximo año, y según el Banco de España, los precios del gas natural se multiplicarán por cuatro, estando todavía muy por encima de los valores prepandemia. Además. para los consumidores acogidos a la TUR,s e prevé que en enero suba una media del 8,2% respecto a octubre.
En el caso de los carburantes, sin embargo, tanto la gasolina como el gasóleo encadenan casi tres meses a la baja. La gasolina acumula 13 semanas seguidas de descensos y en la penúltima semana del año ha marcado un precio medio de 1,53 euros, lo que supuso su coste anual más bajo. El gasóleo, por su parte, encadena 12 semanas consecutivas a la baja. Según datos del Boletín Petrolero de la UE, entre el 19 y el 25 de diciembre el precio medio del litro se pagó a 1,49 euros. JP Morgan estima que los precios del petróleo Brent se mantengan estables en 2024, cercanos a los 83 dólares por barril, y bajen otro 10% en 2025.
Vivienda
Moderación es la palabra que más se repite en el sector inmobiliario de cara al 2024. Los precios de compraventa seguirán subiendo, especialmente en la obra nueva, a pesar de la ralentización de las transacciones y la concesión de hipotecas. Ahora bien, el incremento será más suave que el experimentado en 2023, y podría moverse en una horquilla de entre el 2% y 3%. La resistencia de los precios se explica por varios factores: la limitada e insuficiente oferta, la creciente demanda y los elevados costes de construcción. Ahora bien, en la evolución del sector será clave el rumbo que tome la política monetaria del BCE en los próximos meses, lo que podría servir de revulsivo para el sector si finalmente bajan los tipos de interés.
En cuanto al mercado del alquiler, lleva meses experimentando una profunda transformación en la que ha destacado la aprobación de la ley de vivienda, que terminará de desarrollarse en los próximos meses. El consenso de expertos coinciden en que la brecha entre la oferta y la demanda (cada vez más amplia) seguirá impulsando el precio de las rentas al alza. Los alquileres subirán con especial fuerza en los mercados más tensionados del país como Madrid, donde algunas previsiones dibujan incrementos de hasta el 10%.
Alimentación
Para el sector de la alimentación y la distribución, el año empezará con la prórroga de las medidas anticrisis -la reducción del IVA del 10% al 5% del aceite y las pastas y la bajada al 0% de dicho gravamen de los productos básicos-, pero a partir de junio dejarán de aplicarse, lo que puede llevar a un nuevo auge de la cesta de la compra.
No obstante, el panorama es muy distinto. Según el último informe de previsiones del Banco de España, se prevé que los precios de los alimentos seguirán su senda de moderación, gracias a que el valor de las materias primas y de los costes de producción bajarán. Aunque, también destacan que unas condiciones climáticas adversas -como la sequía de este año- podrían afectar a la producción de determinados bienes agrícolas, y, por ende, a su precio. En el caso de la alimentación, es importante tener en cuenta la evolución del Índice de Precios al Consumo (IPC). Según las previsiones de Funcas, "el IPC repuntará ocho décimas en términos medios en todo el año".
Transporte
En cuanto a los transportes, se da por descontada la subida de tarifas en los peajes de las autopistas de pago, después de que las concesionarias confirmaran su solicitud de elevar los precios hasta un 4,03%. Esta subida está por encima del último IPC, que en el mes de noviembre se situó en el 3,2%, aunque el cálculo toma como base la media de los doce meses anteriores, a lo que se añade una corrección en base al volumen de tráfico.
Lo que sí seguirá congelado es el precio del transporte público, después de que el Gobierno aprobase mantener en 2024 los descuentos del 50% para todos los títulos multiviaje en el transporte urbano e interurbano. Este descuento será mayor en comunidades como Madrid o Andalucía, que lo extenderán hasta el 60%.
A estas rebajas hay que sumar el mantenimiento de la gratuidad de los servicios ferroviarios de Cercanías, Rodalies, Regionales y Media Distancia operados por Renfe y líneas de autobús nacionales que se usen de forma recurrente, además de volver a bonificar hasta el 50% de los abonos Avant. Aunque ninguna compañía se ha pronunciado, es de esperar que sí suban los billetes para los trenes de alta velocidad, debido a la inevitable traslación de costes.
Donde se da por descontada la subida de precios es en el sector aéreo. A la anunciada subida de tarifas del gestor aeroportuario Aena, que prevé ingresar un 4,1% adicional por cada pasajero, hay que añadir la continuación de la escalada de precios que vive el sector desde su retorno a la normalidad.
La demanda pujante, los mayores costes fijos y la recuperación de las pérdidas durante la pandemia han provocado que las aerolíneas hayan aumentado sus tarifas en torno a un 31% a nivel mundial, según datos de la consultora Mabrian. Las diferencias son notables entre las 'low cost', que habrían subido precios en un 6% frente al 40% que han elevado las llamadas 'convencionales', aunque existen muchas divergencias según la ruta y la aerolínea elegida. En España, los datos del INE apuntan a una subida de precios del 7,9% en los tres primeros trimestres del 2022, tendencia que, aunque a menor ritmo, continuará en 2024.
Telecomunicaciones
El sector de las telecos da inicio al año con subidas en dos de los principales operadores, Movistar y Vodafone, cuya estela promete arrastrar a otras empresas. Por lo pronto, la filial española de Telefónica encarecerá la factura media de la mayoría de sus clientes en cuatro euros desde el próximo 15 de enero. En su estrategia de más por más, la teleco elevará de forma generalizada las tarifas de miMovistar: Max incrementa su precio en dos euros, hasta los 59,90 euros al mes; Ilimitado, en dos euros, hasta los 76.90 euros al mes; Ilimitado x2, en tres euros, hasta los 93,90 euros; Ilimitado x4, en tres euros, hasta los 123,90 euros.
Por su parte, Vodafone España vinculará el alza de los precios al dato del IPC en su catálogo de precios, cifrado en 4,38% más (según el cálculo de octubre de 2022 a septiembre de 2023), aunque no lo aplicará en Lowi (su marca de bajo precio), así como en las tarifas sociales que el operador ofrece a los colectivos más vulnerables.
Orange España no ha anunciado hasta el momento ninguna variación en sus precios, aunque tradicionalmente suele aplicarlo a lo largo de la primavera, como sucedió este año, con un incremento medio de dos euros en la mayoría de sus productos. A pesar de los aumentos de los precios, el sector está atento a la presunta agresividad comercial de la nueva Vodafone (en cuanto formalice la compra Zegona), ya que se esperan guerra de tarifas a la baja en cuanto el nuevo operador de sus primeras señales de vida.
Turismo
El turismo han vivido este año un auge sin precedentes tras varios años de restricciones de movilidad; sin embargo, tanto el presidente del Grupo Hotusa, Amancio López, y el consejero delegado de NH Hotels, Ramón Aragonés, han alertado de una futura ralentización de En general, y según un informe de American Express Global Business Travel, se espera una subida de los precios del 13%, que afectará, sobre todo, a ciudades españolas como Barcelona o Valencia.
Farmacia y Sanidad
El medicamento no se verá afectado por la subida de precios. Se trata de un sector muy regulado y cuyos precios se fijan por el Ministerio de Sanidad de manera permanente. Es más, aquellos que fármacos maduros, es decir, que tienen muchos años en el mercado, suelen sufrir depreciaciones de manera anual. Otra cuestión serán los seguros de salu.
Una encuesta de la consultora WTW (antes Willis Towers Watson) revela que los costes de los seguros médicos privados aumentarán un 7,63 % en 2024 como consecuencia del mayor número de trabajadores que recurrirá a la sanidad privada.