Economía

Qué exportamos y qué importamos de Israel

  • Las relaciones comerciales entre los dos países batieron récords en 2022
  • España obtuvo un saldo positivo de 1.117 millones y tasa de cobertura del 206,2%
Gaza atacada por Israel / Mohammed Saber / EFE

El conflicto bélico que se vive entre Israel y Hamás tras la ofensiva lanzada el pasado sábado desde la franja de Gaza por el grupo islamista y las posteriores respuestas hebreas, han llenado de preocupación a las empresas españolas que mantienen lazos comerciales con Israel y han provocado reacciones.

La más radical posiblemente sea la tomada por el grupo Inditex, que ha cerrado sus 84 tiendas en el país por la escalada de los enfrentamientos. La compañía española ha informado a sus clientes a través de las webs de sus diferentes marcas del cierre temporal de sus establecimientos y de la situación de las devoluciones y los pedidos online.

De otro lado, el fabricante de trenes CAF, con sede en la localidad guipuzcoana de Beasain, mantiene su actividad y el plazo de sus contratos de tranvías en Israel y ha pedido a su personal en el país que "extreme la cautela" y "teletrabaje". Actualmente la firma mantiene pedidos por valor de más de 1.000 millones de euros para suministrar convoyes. Sus dos grandes proyectos en Israel, ambos en consorcio con la constructora Saphir, están dirigidos al desarrollo de la línea de tren ligero Purple Line, en Tel Aviv, y de las líneas verde y roja del tranvía de Jerusalén.

Por su parte, la otra gran multinacional española que opera en Israel, Comsa, que finalmente le ganó precisamente a CAF el concurso de construcción y mantenimiento de la línea azul del tranvía de Jerusalem el pasado mes de septiembre, un proyecto de 2.200 millones de euros conjunto con la empresa de transporte público Dany y la constructora israelí Denya Cebus. Comsa también mantiene su actividad y confía en que la escalada bélica vaya menguando paulatinamente y no afecte a sus proyectos.

Récords comerciales

Lo cierto es que España e Israel mantienen fuertes lazos comerciales, con más exportaciones españolas que importaciones israelíes, pero en ambos casos con cifras de récord en 2022. De hecho, las exportaciones de bienes de nuestro país a Israel alcanzaron el año pasado los 2.170 millones de euros, mientras que las importaciones ascendieron a 1.052 millones, según reflejan las estadísticas de comercio exterior del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

De ese intercambio comercial de más de 3.000 millones de euros, España obtuvo un saldo positivo de 1.117 millones, con una tasa de cobertura -cociente entre exportaciones e importaciones- del 206,2%.

Automóviles, confección, pavimentos...

España exportó en 2022 a Israel sobre todo automóviles, accesorios de automoción, pavimentos y revestimientos cerámicos, confección femenina, materias primas y semimanufacturas de plástico y equipos, componentes, según cifras del ICEX. Los sectores con más peso en importaciones fueron química orgánica, química inorgánica, combustibles y lubricantes, materias primas y semimanufacturas de plástico y protección de cultivos.

De acuerdo con los datos de Comercio de la base de datos DataIvex, la inversión israelí en España alcanzó el año pasado los 20 millones de euros, una cifra inferior a los 33 millones de 2021, mientras que la inversión española en Israel pasó de 4 millones en 2021 a dispararse hasta los 15 millones de euros en 2022.

Sin vínculos actuales

Otras compañías españolas, como Sacyr, han trabajado en Israel aunque en la actualidad ya no lo hacen. Sacyr llegó a Israel en 2009 gracias a un contrato para el diseño y construcción de una planta desaladora en Ashdod por un importe total de de 300 millones de euros. Entregó las instalaciones en 2015 y ya no tiene cuenta con ningún contrato en activo.

También en el año 2015, ACS se adjudicó una de las obras de electrificación más grandes de Israel por 480 millones de euros. Se trataba de más de 420 kilómetros de líneas de ferrocarril, pero la filial con la que ganó el contrato fue vendida hace un año a un grupo francés, por lo que la multinacional de Florentino Pérez ya no tiene vínculos con Israel.

Estuvo igualmente Ferrovial unos años en el país a través de Swissport, firma especializada en servicios aeroportuarios, pero la española vendió esta filial en 2011. Le ocurrió también a OHLA, que ganó en 2003 la construcción y operación durante 25 años de una desaladora en Israel a través de una filial aunque se desprendió de ella en 2013.

Consecuencias en Bolsa

Como consecuencia de la escalada bélica, las acciones del holding aeronáutico IAG se desplomaron más de un 5% en Bolsa, ante la incertidumbre por el conflicto, que provocó inicialmente un rebote en más de un 3% del precio del petróleo -del 4% este viernes- y la cancelación de vuelos por parte de varias aerolíneas a Tel Aviv.

Los vuelos turísticos con destinos a Tel Aviv, la segunda ciudad israelí que más visitantes recibe cada año, han sido o están siendo cancelados. Las patronales de agencias de viajes CEAV, UNAV y Acave aseguran que el conflicto en Israel está afectando seriamente a las operaciones en el país, aunque insisten en ver cómo se van desarrollando los acontecimientos para valorar la evolución del sector y tomar decisiones.

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