Un año más, miles de trabajadores marchan hacia Francia para la vendimia de la uva del país galo. Este curso serán 15.000, de los cuales más de 11.000 personas provendrán de Andalucía, es decir, tres de cada cuatro trabajadores. Sobre todo, las provincias de Jaén y Granada son las que más aportan, con casi 4.000 temporeros por territorio.
Esta cifra es mucho más baja que la que había hace 50 años, donde casi 100.000 temporeros cruzaban la frontera para hacer la recolecta, espoleados por los mejores salarios y la diferencia notable que había entre divisas de aquella época –1 franco francés equivalía a 25 pesetas—, pero los números son similares al 2022.
La unión que provocó el euro en este aspecto no lo hizo en cuanto a salarios. Por poner en contexto, el SMI francés en 2002 era mayor (1.127 euros) que la mínima retribución que existe actualmente en España (1.080 euros). Bien es cierto que a lo largo del tiempo, esta brecha se ha ido empequeñeciendo, y fruto de esto también el flujo de temporeros con destino Francia.
Pero a pesar de ello, el número sigue siendo bastante elevado, sobre todo con la situación del campo español de la actualidad. Según la Federación de Industria, Construcción y Agro de UGT (FICA), es "paradójico" que los cupos franceses se cumplen mientras que en España cuesta encontrar temporeros.
Lo cierto es que los trabajadores que vayan a la vendimia francesa ganarán alrededor de 1.800 y 2.200 euros en los 20 o 25 días que suele durar la campaña, mientras que en España las ganancias serían las del SMI actual. Una gran diferencia que para CC.OO. constituye que sea "un espejo" de cómo trabajar con temporeros, y reivindican que los empresarios españoles deberían de "tomar nota".