
El endeudamiento de los países africanos se vio duramente afectado por la pandemia y sus consecuencias económicas. La primera nación que dejó de pagar su deuda en 2020 fue Zambia debido al volumen de préstamos que tenían, que se vieron afectados por los elevados tipos de interés. Esto provocó que el Gobierno zambiano, dirigido por el primer ministro, Hakainde Hichilema, se viese muy limitado para llevar a cabo proyectos públicos.
Tras meses de incertidumbre y negociaciones esta región africana ha llegado a un acuerdo con los chinos, por el que se flexibilizarán las condiciones para devolver el dinero. Pese a que el país fue rescatado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), los 1.300 millones de dólares que se le prestaron no son suficientes para cubrir la deuda.
La obligación de Zambia con los acreedores estatales es de 6.300 millones de dólares y el 63% corresponden a China. Se desconocen todos los términos que recoge el acuerdo, no obstante, según recoge la BBC, se ha ampliado el plazo de amortización del país africano a más de 20 años con un periodo de gracia de tres años para cubrir los intereses. Algunos expertos se muestran escépticos al no conocer la razón o las razones por las que los asiáticos han flexibilizado.
En las negociaciones ha participado el presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien ha jugado un papel de intermediador. Tras la firma, el francés calificó este de un acuerdo "histórico", ya que se cree que podría sentar precedente para que otros países endeudados sigan su ejemplo.
Un respiro para Zambia
El pacto supone un respiro para la nación ya que le da la oportunidad de estabilizar la economía y destinar recursos a sectores precarios como la sanidad, la educación o el bienestar social. Además, el compromiso por parte de la Administración atrae a posibles inversores extranjeros.
"Es necesario presentar un plan claro para reconstruir la economía, sobre todo teniendo en cuenta que seguiremos con un programa del FMI durante los próximos tres años", afirma a la BBC el economista Isaac Mwaipopo, del centro de estudios Centre For Trade Policy and Development. "Será muy importante que se identifiquen sectores que puedan ser estratégicos para el crecimiento", añade.
Por otro lado, también es necesario tener en cuenta que hasta que Zambia no resuelva este problema, su calificación crediticia continuará siendo baja, es decir, la posibilidad de recibir nuevos préstamos será limitada. "Debemos empezar a buscar nuevas fuentes de ingresos. La creación de nuevas industrias y empresas será crucial", señala al diario británico, Lubinda Haabazoka, director de la escuela de negocios de la Universidad de Zambia.
This government's commitment to economic reform is being recognised. But the hard work is not over yet. Now we must drive forward to find a resolution with our private creditors, so we can focus on revitalizing our economy & building a brighter future for all Zambians. ????????
— Hakainde Hichilema (@HHichilema) June 22, 2023
Pese a que es un logro para el primer ministro, ha mostrado su preocupación por otras obligaciones que tiene el país. Así, señala: "El trabajo duro aún no ha terminado". En referencia a otra deuda que tienen con los prestamistas privados de más de 6.000 millones de dólares.
Hichilema fue elegido en 2021 bajo la promesa electoral de que acabaría con los problemas económicos generados por sus predecesores, que firmaron muchos préstamos para crear infraestructuras, pero se sospecha que el dinero fue a parar a tramas de corrupción.
Zambia está en este momento a la espera de que el FMI libere 188 millones de dólares del rescate que se le concedió. Esta ayuda se destinará a apoyar el gasto público y, en concreto, esas deudas con prestamistas privados.