
La UE quiere reforzar su castigo contra Moscú por la invasión militar de Ucrania y evitar los mecanismos que le permitan eludirlos. Es así que los países de la UE han dado este miércoles el visto bueno al undécimo paquete de sanciones. Una ronda que se centra, principalmente, en represalias hacia terceros países que puedan estar colaborando con el Kremlin para que esquive las sanciones impuestas en rondas anteriores.
Fue en el aniversario de la guerra, el pasado 24 de febrero, que la UE llamó a reforzar las acciones contra Rusia. Es así que esta nueva ronda de sanciones pone el foco en países cercanos a Rusia que hayan experimentado un aumento de las exportaciones de artículos vetados a Moscú en los paquetes de sanciones previos.
Tras varias intensas negociaciones que se remontan a mayo, este undécimo paquete incluye el diseño de un nuevo mecanismo por el cual terceros países podrían tener que afrontar sanciones de la UE si se evidencia, por ejemplo, un alza en las exportaciones comunitaria de bienes que hayan sido vetados previamente a Rusia.
Además de 71 nuevos individuos y 33 entidades, esta nueva tanda de castigos incluye restricciones a la comercialización de bienes y tecnología de doble uso a países que podrían vendérselos al Kremlin. También contempla limitaciones adicionales al tránsito por Rusia de bienes y tecnología que podría ser utilizados por el ejército ruso.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha celebrado en Twitter el acuerdo y apuntó que "asestará un nuevo golpe a la maquinaria bélica de Putin con restricciones más estrictas a la exportación, dirigidas a las entidades que apoyan al Kremlin". Además, ha asegurado que esta nueva herramienta para evitar que Moscú esquive las sanciones "impedirá que Rusia se haga con los bienes sancionados".
Entre las nuevas represalias se incluye la prohibición de acceder a los puertos comunitarios para barcos bajo sospecha de haber violado la restricción de importaciones de petróleo y productos petrolíferos.