
El aumento del coste de la vida está provocando que muchos españoles se vean en la obligación de recortar alguno de los gastos típicos a los que se enfrenta a final de mes. Y uno de esos gastos que podría disminuir es el de comprar por Internet.
Según el Informe Europeo de Pagos de Consumidores de Intrum, con el objetivo de asegurar el pago de otras partidas más importantes, estos consumidores reconocen que se verán en la obligación de incumplir las de menor prioridad.
A la hora de decidir qué pagos van a tener que omitir, las facturas escogidas son aquellas procedentes de compras en tiendas online (40%), costes de internet (33%) y facturas telefónicas (26%).
Por el contrario, las cuotas del alquiler (6%) y la hipoteca (5%) se posicionan como las que menos tendrían en cuenta en este supuesto.
Una de las principales razones de esta situación es el encarecimiento del coste de vida, ya que casi 6 de cada 10 encuestados en España consideran que sus gastos están aumentando a un ritmo mayor que sus ingresos.
El escenario económico actual está provocando que muchos hogares vean imposible hacer efectivo el pago de alguna de sus facturas pendientes. Por eso, el 24% de los españoles reconoce que, para asegurarse el pago de sus partidas más importantes, va a tener que incumplir en los próximos 12 meses el abono de otras facturas de menor prioridad. Una cifra que se sitúa cinco puntos por debajo de la media europea (29%).
Según el estudio realizado por la firma especializada en servicios de gestión de créditos y activos, de los 24 países analizados, aquellos donde más habitantes afirman que se verán en la necesidad de omitir el pago de parte de sus obligaciones financieras son Grecia (55%), Rumania (41%), e Irlanda (39%), mientras que al otro extremo se sitúan Alemania (22%), Dinamarca (21%) y Noruega (20%) como las regiones cuyos ciudadanos prevén dejar menos partidas sin abonar.
La imposibilidad de hacer frente al pago de las facturas estaría provocada, entre otras causas, por el encarecimiento del coste de vida, marcado por una inflación persistente y el aumento de los tipos de interés. De hecho, según los datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social, correspondientes a 2022, mientras los precios subieron un 8,4% de media en 2022, los salarios apenas lo hicieron un 2,78%.
Así, el 58% de la población considera que el coste de sus facturas crece a un ritmo mayor que el de sus ingresos. Un dato que, aunque elevado, se encuentra 10 puntos por debajo de la media europea (68%) y sitúa a España como el tercer país con menor porcentaje de encuestados que piensa que sus gastos aumentan a un ritmo mayor que sus ingresos, superando solo a Suiza (53%) y Finlandia (50%), y lejos de países como Francia (76%), Italia (74%), Portugal (73%), Reino Unido (72%) y Alemania (64%).
Con todo, se espera que, en los próximos meses, la presión financiera a la que se ven sometidos los hogares podría continuar aumentando, lo que repercutiría directamente en sus tasas de ahorro y capacidad de pago. Ante este contexto, se vuelve crucial una gestión sostenible y responsable de las finanzas personales que permita a las familias hacer frente a sus gastos evitando caer en el sobreendeudamiento.