Economía

Las inundaciones de la Emilia Romaña darán un frenazo a la economía italiana este año

  • El primer trimestre la economía creció un 0,6%
  • El Gobierno espera que el año se cierre con un crecimiento del 1,1%
  • Los expertos vaticinan una ralentización "en los próximos meses"
La presidenta de Italia, Giorgia Meloni.
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La economía italiana está mostrando muchos síntomas de mejora este año. Tras un 2022 difícil, con un crecimiento del -0'1% en el último trimestre, 2023 se presentó regenerado y el país trasalpino mostró fortaleza, con una expansión del Producto Interior Bruto (PIB) del 0,6% en el primer trimestre con respecto al período anterior, elevando el crecimiento de 2023 un 0,9%.

Esto ha llevado a que el Gobierno, a través del Instituto Nacional de Estadística (Istat por sus siglas en italiano), revisase las previsiones para este año hasta el 1,2% y en 2024 apuntan a una expansión de la economía del 1,1%. Esto coincide con la lectura que hizo en mayo la Comisión Europea y modifica el 0,8% de crecimiento de la revisión de invierno de Bruselas.

Por su parte, el consenso de Bloomberg, que hace una media de las predicciones de los principales analistas macroeconómicos, apunta a que el país crecerá en 2023 un 1% y en 2024 estarán en el 0,8% de crecimiento del PIB.

Pero a pesar de la expansión de comienzos de año, tras un fin de 2022 desastroso, Itstat asegura que todo señala a que los próximos meses "habrá una ralentización de la actividad económica hasta final de año" debido a la desaceleración de las divisas, la incertidumbre provocada por la guerra de Ucrania y también lo que denominan "un factor de riesgo adicional", refiriéndose a las inundaciones de la Emilia Romaña que provocó graves consecuencias económicas sobre todo para el terreno agrícola.

La presidenta del país, Georgia Meloni, dijo en su intervención durante el Festival de la Economia de Trento a finales de mayo que "si se para la región, no podremos mantener nuestro parámetros macroeconómicos" pero aseguró que "todavía es imposible cuantificar los daños". La presidenta anunció que el Consejo de Ministros aprobó la movilización de dos millones de euros más para ayudar a la región anegada por el agua y que la ayuda de la UE es clave para reactivar de nuevo la región.

El consumo interno sostiene el crecimiento

Según el comunicado de este martes de Istat, el incremento del PIB estará soportado, sobre todo, por "la aportación de la demanda interna de existencias" que crecerá 1,1 puntos porcentuales en 2023 y se espera que se acorte en 2024 hasta el 0,9%. A esto hay que sumar, dicen, la aportación "más limitada" de la demanda exterior, que se reducirá hasta el 0,3% este año y al 0,2% el que viene.

El Istat subraya que el consumo de los hogares y de los ISP (Instituciones Sociales Privadas al Servicio de las Familias) registre un incremento del 0,5% este año, en línea con la actividad económica y se reforzará en 2024 hasta el 1,1% "gracias a la nueva reducción de la inflación asociada a una recuperación gradual de los salarios y una mejora del mercado laboral", señalan.

Según los datos de mayo de la Comisión Europea, se espera que la inflación en el país transalpino cierre en el 6,1% este año y en el 2,9% interanual en 2024. Desde Bruselas explican que la desaceleración del IPC se deberá a la caída de los precios de la energía "que se trasladará a los precios de los bienes industriales, los alimentos y, finalmente, los servicios". Además, la proyección del aumento de los salarios para 2024 es lo que sostiene el pronóstico de que la inflación subyacente se mantenga ligeramente más alta.

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