Cogía un tanto desprevenido a todo el mundo el anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de adelantar la convocatoria electoral del diciembre previsto al 23 de julio. Los últimos comicios han sembrado revuelo, también, en el seno del bloque comunitario. Y es que en el segundo semestre de 2023 España ocupará la presidencia rotatoria del Consejo de la UE, con una serie de expedientes legislativos que intentar zanjar antes de que cierre el año o, al menos, en los que tratar de avanzar. Pero de puertas adentro, España también debe presentar ante Bruselas la adenda del Plan de Recuperación, antes de final de agosto, y el cuarto pago de los fondos Next Generation, antes de final de año. Dos temas pendientes que condicionan un total de 104.300 millones de euros de dinero europeo para el país.
Los países de la UE tienen hasta final de agosto para presentar la adenda al Plan de Recuperación. La nueva tanda de medidas, hitos y reformas que justifiquen el acceso a financiación adicional está todavía en negociación entre España los equipos de Bruselas. Aunque la Comisión Europea cuenta con cierto margen de maniobra especialmente ante la perspectiva de un cambio de Gobierno, como demostró hace unos meses con Italia.
Será a través de esta revisión que España pretende acceder a 84.000 millones de euros en créditos favorables, con tipos de interés por debajo de mercado. Una cifra que se suma a los 7.700 millones de euros en fondos Next Generation adicionales tras el último cálculo realizado en junio del año pasado por la Comisión Europea y los 2.600 millones de euros que se suman como parte del plan para reducir la dependencia energética de la UE de Rusia, con el plan RePower EU.
Este mismo miércoles en una entrevista en el programa 'Els Matins' de TV3, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha anunciado que España enviará la próxima semana a Bruselas la adenda al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Además, cabe recordar que España tendrá que presentar, antes de cierre de año, la solicitud del cuarto pago de fondos Next Generation. Y es que el calendario del Plan de Recuperación español, dotado de 69.500 millones de euros en transferencias, fija en este ejercicio la solicitud del tercer y cuarto tramo de financiación. Este último consta de de 10.000 millones y está asociado a la segunda parte de la reforma de las pensiones, pendiente todavía de evaluación y visto bueno por parte de Bruselas.
En su última visita a la capital belga, la ministra de Asuntos Económicos manifestó la intención de que tal petición de desembolso se efectúe en las próximas semanas. Un mensaje que reiteró este miércoles en el programa de TV3.
La Comisión propuso, en el contexto del Semestre Europeo, una recomendación específica por país a España para que mantenga el impulso del Plan de Recuperación y finalice rápidamente la revisión del plan. Además, ha instado al Gobierno a que garantice que la capacidad administrativa es suficiente para asegurar que el plan se aplica a tiempo.
"Hay que asegurar que, sin importar cual sea el contexto político en España hasta las elecciones y después, el proceso legislativo de la UE continuará su proceso habitual"
El devenir de las elecciones españolas podría tener un impacto directo en la deriva comunitaria. Y es que, como presidencia de la UE, a España le corresponde hacer de arbitro, buscar consenso entre los Estados miembro para sacar adelante dosieres. Un ejercicio en el que la orientación política puede condicionar los debates.
La Comisión Europea trabajará de cerca con la presidencia española de la UE, dijo ayer el portavoz del Ejecutivo comunitario, Eric Mamer. El objetivo es establecer una estrecha colaboración "para asegurar que, sin importar cual sea el contexto político en España hasta las elecciones y después, el proceso legislativo de la UE continuará su proceso habitual".
El mensaje de Sánchez con respecto a Europa fue de tranquilidad, de que desempeñaría su rol al frente de la presidencia del Consejo sin importar los comicios. Pero lo cierto es que en Bruselas se asume que no es lo mismo ostentar la presidencia rotatoria de la UE con una cita con las urnas dispersando las prioridades. Que no es lo mismo un gobierno en funciones o en campaña que uno plenamente operativo.
Obligan a que el déficit sobre el PIB no supere el 3%
Uno de los debates que más apremian es la reforma de la gobernanza económica. Tras la suspensión por la pandemia, en 2024 volverán a aplicarse las reglas fiscales que obligan a que el déficit sobre el PIB no supere el 3% y el 60% en el caso de la deuda. Pero los Veintisiete deberán también aproximar posturas sobre otras cuestiones polémicas como el Pacto de Migración y Asilo la Unión Bancaria.
De fondo otras discusiones como el apoyo a Ucrania en la guerra con Rusia, la reforma del mercado eléctrico en el contexto de altos precios de la energía o la retirada de las medidas energéticas puestas en marcha el pasado ejercicio.