
A lo largo de las últimas décadas, principalmente a partir de la integración en la Comunidad Económica Europea, las relaciones económicas entre Portugal y España se han desarrollado a una velocidad sorprendente. España lidera hoy el ranking de destinos de las exportaciones portuguesas y es también, al mismo tiempo, nuestro principal proveedor. Y, en 2022, Portugal se convirtió en el 3er cliente de España al mismo tiempo que ha mantenido su posición de 7º proveedor.
Asimismo, también las inversiones bilaterales directas han aumentado ampliamente en los últimos años. España es actualmente el principal inversor en Portugal y destino prioritario de las inversiones portuguesas en el exterior.
Por consiguiente, la relación económica entre Portugal y España es hoy en día estable, consolidada y madura, con un alto grado de integración productiva y comercial en las Cadenas Globales de Valor (CGV). Somos, sin duda, socios preferentes y estratégicos en Europa y en el Mundo.
Nos enfrentamos a retos globales cambiantes y complejos. Hemos vivido recientemente el drama de la pandemia COVID-19 y ahora, en Europa, asistimos a la tragedia de una guerra en Ucrania. A pesar de que la Unión Europea ha reaccionado muy bien a estas adversidades, hemos sido sorprendidos con algunas vulnerabilidades estratégicas de la UE, que nos exigen un esfuerzo conjunto y una mejor coordinación entre Estados.
Las transiciones digital y verde son ámbitos clave en las políticas de la UE que nos demandan un cambio significativo y un dinamismo económico para enfrentar los desafíos del mercado. Pero, al mismo tiempo, son una oportunidad para que despleguemos nuevas áreas de cooperación. Portugal y España están profundizando una coordinación bilateral estratégica y desarrollando proyectos comunes en materias tales como almacenamiento y distribución de energía, conectividad digital, semiconductores, supercomputadoras, nanotecnologías, cadena de valor del litio, vehículos autónomos y conectados, nuevos sistemas espaciales, etc.
El futuro está aquí. Estamos trabajando para que Portugal y España, juntos, puedan asumir un papel decisivo, tanto en Europa, como más allá. Y de este modo, abriendo oportunidades a la internacionalización de las empresas de ambos países.