Economía

Una UE dividida por la relación con China insta a la unidad y a reducir riesgos

El Alto Representante de la UE, Josep Borrel y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen en el Parlamento Europeo en Estrasburgo
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Las relaciones con China causan escisiones en el seno de la UE, por sus relaciones comerciales, por su posicionamiento --o falta de él-- frente a Rusia y por las tiranteces con Taiwán. También, por la rotundidad de la postura estadounidense, favorable a cortar los lazos con Pekín. Todo ello ha propiciado que, este martes, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, haya instado a los líderes de la UE a no permitir que el gigante asiático divida al bloque comunitario.

En su intervención en el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo, la alemana ha señalado que una política fuerte entre la UE y China se basa en "una fuerte coordinación entre los Estados miembro, las instituciones de la UE y la voluntad de evitar tácticas de divide y vencerás". Unas tácticas, según ha asegurado, que se ha visto emplear a China, por lo que ha apremiado a los países a tomar acción y "demostrar nuestra voluntad colectiva".

A juicio de la jefa del Ejecutivo comunitario, China ha pasado página de una era de reformas, a una nueva era de seguridad y control. Si bien no aboga por romper lazos con el gigante asiático, sí ha demandado que se pongan en marcha instrumentos de control de inversiones de la UE en Oriente para evitar que éstas puedan utilizarse con fines militares. Un planteamiento que la Comisión Europea convertirá en propuesta en los próximos meses.

En todo caso, Von der Leyen aboga reducir los riesgos de la relación comercial con Pekín, diversificando la cadena de suministro al tiempo que se cuiden los intereses europeos en el gigante asiático. Un mensaje que tiene de fondo la denuncia presentada por la UE a China ante la Organización Mundial del Comercio por sus restricciones comerciales a Lituania y por la falta de protección de pantentes de tecnología punta.

Además, la jefa de la Comisión Europea ha puesto en evidencia las "lagunas" de las UE que dan vía libre a que se produzca la fuga de tecnologías emergentes a través de inversiones a otros países por lo que ha abogado por utilizar el mecanismo de protección económica ante China.

De fondo hay varias cuestiones que arman bullicio. La jefa del Ejecutivo comunitario ha instado a la paz y la estabilidad por Taiwán y se ha manifestado en contra del uso de la fuerza. Todo, en un momento en el que las polémicas declaraciones del presidente francés, Emmanuel Macron, han empañado la escena política al considerar que Europa debe desmarcarse de la confrontación entre China y EEUU por este territorio.

Al tiempo, la Administración Biden ha adoptado una postura cada vez más dura con Pekín y ha venido defendiendo poner en marcha medidas para reducir la influencia del gigante asiático. La postura estadounidense, al fin y al cabo, pasa por cortar lazos con Pekín e insta a la UE a seguir los mismos pasos. Una UE, en todo caso, más partidaria de reducir riesgos, tal y como incidió Von der Leyen en su discurso previo a la visita a Pekín a principios de abril.

El posicionamiento respecto a China también salpicó hace unos meses al canciller alemán, Olaf Scholz después de que el gobierno germano cerrara un acuerdo para la adquisición de acciones en una terminal del puerto de Hamburgo por parte de China. Una operación se compra que se resolvió con una reducción de la participación al 24,9% y críticas al Ejecutivo de Olaf Scholz por su acercamiento a Pekín.

A la UE le resuenan, además, los ecos de Rusia en su relación con China, y no es solo por la dependencia en las importaciones del gigante asiático. El alto representante de la UE, Josep Borrell, ha insistido en su intervención ante la Eurocámara en que una relación normalizada entre China y la UE no puede darse si Pekín no utiliza su influencia para conseguir la retirada de tropas de Ucrania.

Borrel se ha mostrado partidario de reequilibrar las relaciones con el gigante asiático, y ha señalado que si bien "estamos en modo rival" también "tenemos que seguir hablando con China".

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