La competitividad de las economías europeas y la respuesta al paquete de subsidios estadounidense para dar un impulso a las tecnologías verdes y al vehículo eléctrico volvió a copar este jueves otro de los debates de los líderes de la UE. Y en un intento por dar un empuje a la industria comunitaria abogaron por combinar el refuerzo de las políticas industriales y comerciales y fortalecer el mercado único para impulsar la productividad y el crecimiento en la UE.
No en vano, la Comisión Europea presentó una estimación en la que cifra en casi 90.000 millones de euros (concretamente 88.800 millones de euros) la inversión que Europa necesita en producción de tecnologías limpias, entre 2023 y 2030. Una dotación económica que se enmarca en la propuesta legislativa Industria Cero Emisiones presentada por Bruselas y de la cual el grueso, más de 68.000 millones de euros, se destinará a la producción de baterías.
Sobre la mesa, la ley Industria Zero Emisiones desgrana la inversión necesaria para tecnología en la UE en un análisis que contempla 7.500 millones de euros para energía solar, 6.000 millones para eólica, 5.600 millones para bombas de calor y 1.300 para electrolizadores. Una medida que se complementa con la Ley de Materias Primas Críticas.
Y si el primer ministro luxemburgués, Xavier Bettel, dijo esta semana en declaraciones a Politico que la UE no podrá igualar en dotación económica la propuesta de sus competidores, a su entrada a la Cumbre de líderes incidió en que "China es un socio, pero también un competidor". Además, indicó que el gigante asiático asume que la UE debe aceptar sus reglas, pero no quiere aceptar las comunitarias y defendió que "tiene que haber unas reglas de juego igualitarias".
Los líderes debatieron sobre la simplificación del entorno regulatorio para reducir las barreras administrativas y acelerar la concesión de permisos. Una solicitud con la que llegó al encuentro la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, al argumentar la importancia de que las compañías se "centren en obtener beneficios, no en las barreras burocráticas".
No parece, sin embargo, que los líderes vayan a concretar la respuesta al paquete estadounidense hasta la Cumbre del próximo junio. Los líderes convinieron sobre necesidad de facilitar el acceso a financiación, mantener precios de la energía asequibles, reducir las dependencias estratégicas e invertir en las capacidades profesionales del futuro. De fondo también China y la reciente visita de su presidente, Xi Jinping, al presidente ruso, Vladimir Putin, que no ha hecho más que tensar las relaciones entre Estados Unidos y el gigante asiático.
Las controversia por Mercosur
En el diseño de esta estrategia, las relaciones comerciales toman relevancia, con países como España y Alemania empujando por impulsar el acuerdo Mercosur, mientras otros, Austria entre ellos, se mantienen recelosos. A su llegada al encuentro, el canciller alemán, Olaf Scholz, mostró su voluntad de "avanzar en política comercial" y puso el acuerdo Mercosur entre aquellos que busca alcanzar. Una posición de la que España es partidaria, que pone la vista además en Chile y México como otros de las alianzas que ve necesarias cerrar cuanto antes y que pretende zanjar en el próximo semestre, cuando ocupe la presidencia de turno de la UE.