
Cargar contra los empresarios más relevantes de España se ha convertido en la estrategia de Podemos con un discurso anticapitalista para justificar impuestos a sus empresas o decisiones intervencionistas en precios con las que pagar medidas sociales. En su diana y con nombres y apellidos aparecen, con frecuencia, ejecutivos de proyección internacional como Ana Botín, Amancio Ortega, Florentino Pérez, Juan Roig o Juan Miguel Villar Mir.
Esta misma semana, la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, atizaba al presidente de Mercadona, Juan Roig, durante un acto electoral de su partido. La ministra acusó al empresario valenciano de "llenarse los bolsillos siendo un capitalista despiadado" durante la crisis inflacionista que ha disparado los precios de los alimentos desde que empezó la guerra en Ucrania.
El dueño de la mayor cadena de supermercados en España no tardó en defenderse ante las críticas de la ministra asegurando que los empresarios "somos los que generamos riqueza y bienestar". Mientras sus socios de gobierno en el PSOE le pedían una bajada del tono y "prudencia verbal", Belarra volvió a insistir este miércoles en que "ya no hay nadie innombrable, tampoco el señor Juan Roig".
Es el penúltimo ataque desde el partido morado a las grandes fortunas. El pasado 14 de enero, la propia Belarra acusó a Ana Botín, presidenta del Banco Santander, de "nadar en billetes de 500 euros cuando hay gente que duerme en la calle" en un discurso en el que también señaló al presidente de ACS y del Real Madrid, Florentino Pérez, por "hacerse rico" cuando "hay mujeres que no se pueden ir de casa de su maltratador por no tener independencia económica", y a Juan Roig, por ganar millones "cuando hay gente que no puede llenar la nevera por el alto precio de los alimentos".
"No es decente que gente como Ana Botín nade en billetes de 500 euros y otra duerma en la calle"
El día anterior, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, también cargó contra el sector privado, pero sin dar nombres. "No podemos seguir permitiendo que las empresas engorden sus beneficios a costa de los salarios y del esfuerzo de las personas trabajadoras", dijo la líder de Sumar en un acto organizado por la UGT.
La estrategia arranca muy atrás. Hace ya años que Podemos abrió la artillería con Amancio Ortega, acusándole de no pagar impuestos como el resto, y también con el presidente de Repsol, Antonio Brufau, cuando el grupo parlamentario de la formación morada pidió declararle como "persona non grata" en el Congreso por "faltar el respeto al pueblo canario" en 2019.
¿De dónde sale el dinero que dona Amancio Ortega? (...) del que gana evitando impuestos" Irene Montero
En 2014, Pablo Iglesias cargó contra Amancio Ortega desde su cuenta de Twitter con la afirmación: "Inditex pagó más dinero a Amancio Ortega en concepto de beneficios que a la Hacienda por impuestos". Siendo ya secretario general de Podemos, lideró una demanda proferida por distintos dirigentes del partido como la entonces candidata de Unidas Podemos a la Comunidad de Madrid, Isabel Serra, para que no se aceptasen las donaciones del fundador de Inditex en la sanidad pública. "Una democracia digna no acepta limosnas de multimillonarios", dijo Iglesias, exigiendo que les subiesen los impuestos para que el Ejecutivo decida su destino. Serra acusó al imperio gallego, incluso, de "eludir" el pago de 600 millones a Hacienda. La entonces número dos de Podemos, Irene Montero, argumentó que la sanidad no necesita que ningún "supermillonario" decida si hay buenas máquinas o no para el curar el cáncer.
Las críticas por parte de Podemos al empresario gallego provocó un episodio, cuanto menos curioso, en 2020 cuando Iglesias, ejerciendo ya de vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Asuntos Sociales y Agenda 2030, asistió al Congreso con una chaqueta de Zara, que alentó una fuerte polémica en redes sociales y le granjeó críticas de tuiteros por la contradicción o "hipocresía".
"Villar Mir o Florentino Pérez se parecen más a unos enemigos de España que los que están señalando (los independentistas)"
En otro discurso sobre el conflicto en Cataluña, Iglesias aprovechó para azuzar a otros empresarios. "Villar Mir o Florentino Pérez se parecen más a unos enemigos de España que los que están señalando", manifestó para defender a los partidos independentistas.
La estrategia de enfrentamiento entre los poderosos y los más desfavorables se ha colado, al final, en el discurso de gran parte del Consejo de Ministros, aunque sin atizar con nombres propios. El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, han puesto en la diana a la banca, criticando con dureza los salarios de sus cúpulas y los beneficios para exigir que "arrimen el hombro" con ayudas o el nuevo impuesto. "Creo que los salarios y bonus de los ejecutivos bancarios deben estar alineados con la evolución del sector y la economía en su conjunto", refirió entonces la vicepresidenta primera, desvelando que había trasladado la preocupación al Banco de España.