
El Partido Popular no contempla anunciar una bajada de impuestos en su próximo programa para las elecciones generales, porque no está seguro del estado de las cuentas públicas que se va a encontrar. Así Eso sí, se comprometen a no subir ni uno más de los tributos que el Gobierno de Pedro Sánchez ha aprobado en su legislatura.
Así se lo confirmó a eE el vicesecretario de Economía del Partido Popular, Juan Bravo, quien además avanzó el temor que tiene la formación que lidera Alberto Núñez Feijóo, de encontrarse incluso con la necesidad de responder a los recursos interpuestos con motivo de los tributos que gravan desde enero a las energéticas, a la banca, y las grandes fortunas.
En este sentido, el PP calcula que, de fallar la justicia a favor de los demandantes, el Estado estaría en la obligación de devolver casi 5.000 millones de euros, que es la cantidad prevista para la recaudación, si tenemos en cuenta los números que hizo el Ministerio de Hacienda: 1.500 millones euros anuales procedentes del gravamen a la banca, 2.000 millones que vendrían de las empresas energéticas y, 1.500 millones de euros como consecuencia del tributo al nuevo impuesto de Solidaridad de las Grandes Fortunas.
El dirigente popular hace mucho hincapié en la deuda pública contraída en España, y de la que a partir de 2024 habrá que pagar con intereses que se van elevando con la nueva política del Banco Central Europeo.
De ahí la precaución de los populares por no 'vender' bajadas de impuestos hasta que no vean y estudien en qué estados dejan las cuentas el Partido Socialista y Unidas Podemos, en el caso de que no revaliden el poder otra legislatura más.
No en vano, Bravo mantiene que el PP aplicará la misma filosofía fiscal que el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, y en concreto que las políticas que dirige Javier Fernández Lasquetty en la Consejería de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid, y que no es otra -explica-, que no prometer nada hasta que la economía no lo permita. Aunque eso sí, comprometiéndose ante el ciudadano, que no va a establecer ningún impuesto más de los que hay.
Más allá de las promesas electorales, el vicesecretario económico defiende como líneas generales una fiscalidad orientada a que la inversión y el ahorro estén "potenciados y no penalizados", de manera que genere empleo y crecimiento porque "esto no va de izquierdas o de derechas, sino de los que quieren estar arriba o abajo".
La batalla fiscal
Y en el juego dialéctico de derechas e izquierdas, y de la guerra fiscal que siempre se recrudece cuando llegan etapas electorales como ésta -en la que se celebrarán en un año comicios municipales y autonómicos, además de generales-, Bravo denuncia que, cuando se acercan comicios, la izquierda se olvida de esa batalla y anuncia también bajada de impuestos, algo que viene sucediendo de un tiempo a esta parte en administraciones de izquierdas y nacionalistas como la Comunidad Valenciana, Canarias, Castilla-La Mancha, Extremadura, País Vasco o Cataluña.