
Las perspectivas económicas son inciertas, pero el Banco de Francia se muestra más pesimista que su Gobierno. El banco central galo ha lanzado sus proyecciones macroeconómicas para los próximos años, donde augura un crecimiento medio del 0,3% para el próximo año, si bien la incertidumbre les lleva a situar el incremento del PIB en una horquilla de entre el -0,3 y el 0,8%. "No podemos descartar la posibilidad de una recesión, aunque sea una limitada y temporal", apuntan.
"La menor demanda exterior de bienes y servicios franceses, la mayor apreciación del euro y la mayor subida de los tipos de interés, junto con las revisiones al alza de nuestras previsiones de inflación, nos llevan a predecir una desaceleración algo más fuerte en 2023 con un crecimiento anual del 0,3%", indican.
La previsión del Banco de Francia se aleja del crecimiento del 1% que ha asumido el Ejecutivo galo en la elaboración de los presupuestos del próximo año y en lo que se reafirmó el ministro de Economía, Brune Le Maire, esta misma semana. Además, el banco central limita la subida del PIB para este 2022 al 2,6%.
"Después de mostrar una buena resiliencia durante la mayor parte de 2022, la actividad atravesará dos fases distintas: una fuerte desaceleración a partir de este invierno, seguida de una disminución de las tensiones inflacionarias y una gradual recuperación del crecimiento económico en 2024 y 2025", señala la institución dirigida por François Villeroy de Galhau.
Con respecto a la inflación, el banco incide en que la media para 2023 emulará a la de este año, ubicándose en el 6%, si bien auguran una subida en el primer semestre y una abrupta caída en la segunda mitad para terminar el próximo año cercana al 4%. No consideran que se alcance la meta del 2% de inflación que marca el Banco Central Europeo (BCE) hasta finales de 2024 y el año 2025.
En lo relativo a los salarios, el Banco de Francia recuerda que en menos de un año (agosto de 2021 a octubre de 2022) se revisó al alza en cuatro ocasiones el salario mínimo, al estar indexado a la inflación, por lo que en agosto de este año se tradujo en una revalorización interanual del 8%. En el sector industrial, la subida de sueldos es de un 5% interanual.
Descartan, sin embargo, que se vaya a dar una espiral inflacionaria precios-salarios. Creen que se acabará asumiendo la situación gracias a una disminución del poder adquisitivo de los hogares y una reducción de los márgenes corporativos.