Economía

La UE permite el tráfico de fertilizantes rusos y daña así su credibilidad

  • Las exenciones al tránsito por los puertos europeos de fertilizantes de Rusia supone un paso atrás
Bruselasicon-related

Europa mira al este y, convencida del riesgo que entraña la guerra de Rusia a sus puertas, en Ucrania, comulga religiosamente con sus paquetes de sanciones contra Moscú. El noveno se zanjó en los márgenes de la Cumbre de la UE de la pasada semana. La de diciembre, la última del año. Donde los líderes pusieron la puntilla a las sucesivas reuniones, a nivel de embajadores, reincidentes en el bloqueo. Las tensiones que se erigieron en torno a la relajación de las sanciones al tránsito de fertilizantes rusos por los puertos europeos y se despacharon con la resignación de Polonia y Lituania. Y la Unión Europea capituló.

Capituló con la flexibilización a las restricciones del transporte marítimo de fertilizantes rusos a través de puertos de la UE en el noveno paquete de sanciones. Y lo hizo porque los cargamentos de fertilizantes flotando bloqueados en los puertos europeos evidenciaban un desequilibrio global que agudiza la inseguridad alimentaria en terceros países como los africanos.

La cuestión es crítica. La mercancía se acumula en los principales puntos de tráfico marítimo comunitario porque los dueños últimos de estos productos están sujetos a las restricciones del bloque, aunque no los intermediarios. Y la decisión supone un paso atrás para la UE y para su represalia por la guerra de Ucrania.

De alguna manera, viene a reconocer que las sanciones están teniendo un impacto en la crisis alimentaria mundial. Y la UE encaja el golpe reputacional que, aún sin quererlo, parece dar la razón a esa narrativa rusa tan insistentemente negada. Esa que acusa a las sanciones del bloque del empeoramiento de la seguridad alimentaria a nivel mundial.

Fue Polonia quien suscitó el debate, con el respaldo tácito de Lituania. La vecindad propicia que se le vean antes los colmillos al lobo. Tanto es así que las posiciones ya acostumbran a alinearse al este el mapa. En este caso, defendieron que la relajación de las sanciones contra Moscú y, de paso, contra los oligarcas rusos propietarios de los imperios de fertilizantes, permitiría al Kremlin tener más margen de maniobra para alimentar en términos financieros su guerra en Ucrania.

Un razonamiento que encontró el apoyo de la propia Ucrania. Su ministro de Exteriores de Ucrania, Dimitri Kuleva, publicó en Twitter que permitir que los oligarcas y empresas rusas se excluyan de sanciones ya impuestas, supone "un golpe" a todo el régimen de sanciones y "socavan el apoyo a Ucrania"

Al otro lado estaba un grupo de países de la vertiente occidental y del norte de Europa: Países Bajos, Bélgica, Alemania, Portugal, España y Francia. Su postura, desde luego, partidaria de desbloquear el tránsito de fertilizantes en los puertos europeos. Quizás en ello tenga mucho que ver que la situación legal, tal y como estaba planteada, impedía el tránsito de estos bienes a través del puerto de Rotterdam a terceros países, explicaron fuentes diplomáticas. También el bloqueo de mercancías. Y contribuyen los mensajes de las Naciones Unidas alertando de hambrunas catastróficas venideras.

La relajación de la medida, no obstante, no configura los puertos europeos como destino sino como pero puntos de paso. Un alto en el camino en la ruta de los fertilizantes entre Rusia y otros países no comunitarios.

Uno de los sectores más golpeados por la guerra de Rusia en Ucrania ha sido, precisamente, el de los fertilizantes. Para encontrar su raíz hay que ir a la materia prima, el gas, cuyo precio se ha disparado de forma exorbitada desde el inicio de la guerra por la alta dependencia de Moscú en el suministro de este hidrocarburo. Así la rueda gira y se extiende hasta la crisis alimentaria y a la UE le resulta más difícil producir unos fertilizantes que acostumbraba a importar.

Sin embargo, el origen principal de la crisis de los fertilizantes radica las sanciones europeas contra a Rusia y Bielorrusia, que representan el 40% del potasio comercializado en el mundo, y solo Rusia es responsable del 25 % del comercio global de nitrógeno.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky