
Sin estar abierto el periodo de licitaciones todavía, de los fondos Next Generation, el Gobierno se ha apresurado a promocionar el papel de la empresa californiana Cisco, por decidir instalar un centro europeo de diseño de microchips en Barcelona.
De hecho, y en la información institucional, el Ejecutivo da cuenta de la creación un Fondo de Apoyo a la Inversión Industrial Productiva, dotado este año con 1.350 millones de euros, de una partida global de 12.000 millones con los que se pretende impulsar y coordinar el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de Microelectrónica y Semiconductores.
Promovido por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo y, gestionado por la empresa Sepides, Semys, la Sociedad Estatal de Microelectrónica y Semiconductores, participada al 100% por Sepydes, es decir, con dinero público, ya recoge en su documentación, cómo le complace a este organismo "compartir el anuncio de la multinacional estadounidense Cisco Sytems de haber escogido Barcelona para instalar su primer centro de diseño microchips de la Unión Europea".
A tenor de esta literalidad, sin duda se trata de una inversión que cuenta con el beneplácito de la administración del Estado, adelantando que podrá beneficiarse de las ayudas consignadas en los Presupuestos Generales del Estado, incluyendo el Componente 15 de Conectividad Digital, Impulso de la ciberseguridad y despliegue del 5G, relativa a la inversión I05, Despliegue de infraestructuras digitales transfronterizas.
Con detalle, en el apartado del Plan de Recuperación de los PGE de 2023 se recogen 150 millones en transferencias de capital, a sociedades, entidades públicas empresariales y fundaciones; 70 millones a comunidades autónomas, 329 millones a empresas privadas. Además, los activos financieros en concesión de préstamos al Sector Público se elevan a 800 millones.
A comienzos de noviembre, Chuck Robbins, consejero de Cisco, se reunía con Pedro Sánchez en Moncloa. Días más tarde, la presidenta de la Comunidad de Madrid denunciaba un trato de favor hacia Cataluña sin media licitación alguna.