La Unión Europea ha alcanzado este martes un acuerdo para prohibir la importación de productos que contribuyan a la deforestación al mercado comunitario. La nueva normativa afectará a materias primas, principalmente del sector de la alimentación, como cacao, café, aceite de palma, soja, madera, caucho, carbón vegetal, productos de papel impreso y ganado con la intención de que no se produzca en condiciones donde se impulse la pérdida de biodiversidad.
Tras un acuerdo entre el Consejo de la UE y el Parlamento Europeo, junto con la Comisión Europea, la norma obligará a que las empresas verifiquen y emitan una declaración que establezca que los productos que comercialicen en el mercado comunitario no han contribuido a la deforestación o a la degradación forestal en ninguna parte del mundo después de diciembre de 2020.
Lo cierto es que la normativa no veta el acceso al mercado comunitario a ningún país o ninguna compañía, pero tendrán que garantizar que sus productos no se han fabricado en condiciones que contribuyan a la deforestación. También tendrán asegurar que la producción de tales bienes no ha implicado la violación de derechos humanos o de los pueblos indígenas.
En caso de incumplimiento de la normativa, se establecerán sanciones disuasorias con un importe máximo del 4% del volumen de negocio anual de una empresa en el mercado europeo. Los operadores cuentan con un plazo de 18 meses para aplicar esta nueva normativa, desde su entrada en vigor en las próximas semanas tras su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea, si bien las empresas pequeñas contarán con un margen superior.
Así, serán las autoridades comunitarias competentes las que tendrán acceso a la información y la declaración proporcionada por las empresas, como la geolocalización de la producción o los análisis de conducta. Además, la Comisión Europea se encargará de elaborar una clasificación con el riesgo de cada país de contribuir a la degradación forestal.
De hecho, ha sido tras las negociaciones con el Parlamento Europeo que los eurodiputados han añadido a la lista el caucho, carbón vegetal, productos de papel impreso y una serie de derivados del aceite de palma.
Será tras un año de la entrada en vigor de esta normativa que el Ejecutivo comunitario evaluará incluir en esta lista otros ecosistemas boscosos y, tras dos años de su aplicación, la inclusión de otros ecosistemas con un gran valor por su biodiversidad y de otras materias primas para esta lista.
Por último, queda en las manos del Ejecutivo comunitario abrir la puerta a aplicar una normativa similar a las instituciones financieras para evitar que presten servicios si consideran que contribuye a la deforestación.