Desde que el gobierno noruego asumiera el cargo el año pasado, los impuestos a los ciudadanos más ricos del país han ido aumentando, siguiendo así las políticas defendidas por países como España o Suiza.
El acuerdo establece que el Gobierno se encargará de garantizar que las ganancias acumuladas en el país hasta el momento de la expatriación se graven en territorio noruego, según informó Bloomberg. Tal y como señala Guttorm Schjelderup, profesor de la Escuela Noruega de Economía, algunos de los más ricos parecen haber agotado las opciones que les permitieron durante cinco años al no pagar impuestos sobre los dividendos.
Los miembros de la coalición (entre los partidos Laborista y de Centro) ya habían acordado aumentar la tasa impositiva efectiva sobre dividendos y ganancias de capital sobre las acciones al 37,8%, un aumento de seis puntos porcentuales con respecto a hace dos años.
El principal motivo de este cambio es la "alarmante cantidad de multimillonarios que está considerando mudarse", según Bettine Banoun, socio del bufete de abogados noruego Wiersholm. "Existe un aumento en la cantidad de personas que han emigrado", refiriéndose a aquellos cuya riqueza supere los 100 millones de dólares.
En este sentido, y según informan medios locales, varios multimillonarios noruegos han huido del país desde 2021. Uno de ellos es Kjell Inge Rokke, cuarta fortuna del país y presidente de Aker, que con un patrimonio de 5.110 millones de dólares se mudó recientemente a Suiza. Bjorn Daehlie, campeón olímpico de esquí de fondo, también se mudó desde que el nuevo gobierno asumiera el control el año pasado.
Actualmente existen 13 multimillonarios en Noruega, con una riqueza combinada de 40.900 millones de dólares, según Forbes. El administrador de fondos de cobertura Andreas Halvorsen ocupa el primer lugar con 6.600 millones, seguido por el inversor inmobiliario Ivar Tollefsen con 6.000 millones y el empresario minorista Odd Reitan, con un patrimonio neto de 5.700 millones.